Fotografía: Gorki Rodríguez / HISTORIASMX.

El futuro de la agricultura en Chihuahua depende de un cambio de enfoque hacia una producción más sostenible y equilibrada.

HISTORIASMX. – El crecimiento acelerado de las plantaciones de nogales en el estado de Chihuahua ha generado una grave crisis hídrica. En tan solo 14 años, la superficie sembrada de nogales se ha casi duplicado, afectando drásticamente el uso y disponibilidad de agua en la región. Desde 2010, el área dedicada a este cultivo ha pasado de 53 mil hectáreas a 104 mil en 2024, lo que ha puesto en jaque a las fuentes de abastecimiento de agua, como las presas y el subsuelo, en gran parte del estado.

A continuación, se abordan en detalle los diferentes factores que han contribuido a esta problemática, así como posibles soluciones que podrían implementarse para mitigar el impacto de la crisis hídrica en Chihuahua.

Crecimiento Exponencial de las Nogaleras.

El cultivo del nogal ha tenido un auge inusitado en Chihuahua. Según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), el estado es actualmente el primer productor de nuez a nivel nacional, una hazaña que se ha alcanzado gracias al crecimiento de hectáreas sembradas. De acuerdo con el investigador y activista Víctor Quintana Silveyra, en 2010 la superficie sembrada en Chihuahua era de 53 mil hectáreas, cifra que ascendió a 88 mil en 2018, y ha superado las 100 mil hectáreas en 2024.

Este aumento, sin embargo, ha tenido consecuencias negativas en la disponibilidad del agua en la entidad, pues el nogal es un cultivo que requiere grandes cantidades de agua para su desarrollo. Cada árbol demanda recursos hídricos que, en gran parte, provienen de las presas y del agua subterránea, lo que ha contribuido al agotamiento de las reservas.

Impacto en los Recursos Hídricos.

El crecimiento descontrolado de las nogaleras ha afectado de manera alarmante la capacidad de las presas en el estado, en particular la presa La Boquilla, la más grande de Chihuahua, que se encuentra ubicada en el municipio de San Francisco de Conchos. La capacidad total de esta presa es de 2,893 hectómetros cúbicos, pero actualmente solo tiene un 16.5% de llenado, uno de los niveles más bajos desde 1994. A pesar de la reducción en el área sembrada de cultivos, el consumo de agua para los nogales sigue siendo comparable al de 2023, cuando se cultivaron muchas más hectáreas en la región.

Según Quintana Silveyra, los nogales consumen una tercera parte de la capacidad de la presa La Boquilla. Este gasto excesivo ha creado un desequilibrio insostenible en el sistema de riego de la región, poniendo en riesgo la viabilidad de los ciclos agrícolas futuros, especialmente para 2025. Aunque la temporada de lluvias es crucial para recuperar los niveles de agua, la presa La Boquilla ha registrado una disminución significativa en sus porcentajes de almacenamiento, lo que hace que la situación sea cada vez más crítica.

Otras Causas de la Crisis Hídrica.

Si bien las nogaleras son un factor importante en la crisis del agua en Chihuahua, Quintana Silveyra insiste en que no son los únicos responsables. Existen otros cultivos de alto consumo, como el maíz, el algodón y la alfalfa, que también han contribuido al agotamiento de las fuentes de agua. Además, el robo de agua mediante tomas clandestinas y el uso de pozos ilegales sin autorización de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) agravan aún más la situación.

El uso desmedido de agua para cultivos ha llevado a que muchas regiones del estado dependan del agua subterránea, extraída mediante pozos legales e ilegales. Este uso excesivo y descontrolado ha puesto en peligro no solo el ciclo agrícola actual, sino también la sostenibilidad a largo plazo de los recursos hídricos en Chihuahua.

Alternativas para Frenar el Crecimiento Desordenado.

Para frenar el crecimiento desmesurado de las nogaleras y mitigar su impacto en la crisis hídrica, es necesario implementar medidas estrictas de regulación del uso de agua. Quintana Silveyra plantea que tanto la Conagua como la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) del próximo gobierno federal tendrán la responsabilidad de establecer políticas más rigurosas en cuanto al riego de los cultivos, tanto de las presas como del subsuelo.

Una de las propuestas más destacadas es la tecnificación de los sistemas de riego. Muchos productores nogaleros aún utilizan métodos tradicionales de riego que implican grandes pérdidas de agua. La implementación de sistemas de riego tecnificados podría reducir significativamente el consumo de agua, permitiendo una producción más sostenible sin poner en riesgo el futuro de los recursos hídricos.

Además, se ha sugerido la promoción de cultivos alternativos que sean menos demandantes de agua pero igualmente rentables, como el olivo, la vid y la granada. Estos cultivos, con el uso adecuado de tecnologías de riego, podrían ofrecer una solución viable para diversificar la producción agrícola sin exacerbar la crisis del agua.

Desafíos para el Futuro Agrícola.

Uno de los principales desafíos que enfrenta el estado es cómo mantener un equilibrio entre la producción agrícola y la sostenibilidad de los recursos hídricos. Si bien el cultivo de nuez ha sido extremadamente lucrativo, el costo en términos de agua ha sido demasiado alto. A medida que las presas y los pozos subterráneos se secan, el futuro del sector agrícola en Chihuahua se ve cada vez más incierto.

El ciclo agrícola de 2025 podría estar en riesgo si no se toman medidas inmediatas para detener el consumo excesivo de agua. Con presas en niveles mínimos, como La Boquilla al 16.5% y otras presas como Las Vírgenes en un 15.4%, la situación es preocupante. En 1994, La Boquilla terminó el ciclo agrícola con un 12.9% de almacenamiento, lo que causó una grave escasez de agua para el riego en los años siguientes. Si no se implementan soluciones a corto plazo, Chihuahua podría enfrentarse a una crisis similar o peor.

La crisis hídrica en Chihuahua no es solo el resultado del crecimiento descontrolado de las nogaleras, sino de una combinación de factores que incluyen la falta de regulación, el uso desmedido de agua por diversos cultivos y la escasez de lluvias. Sin embargo, el estado aún tiene la oportunidad de revertir parte del daño si se toman medidas efectivas para regular el uso del agua, tecnificar los sistemas de riego y fomentar cultivos alternativos que no dependan tanto del vital líquido.

El futuro de la agricultura en Chihuahua depende de un cambio de enfoque hacia una producción más sostenible y equilibrada. Las decisiones que se tomen en los próximos meses serán cruciales para determinar si la región puede continuar siendo un líder en la producción agrícola o si sucumbirá a la escasez de agua que amenaza con poner en peligro su desarrollo.

Por historias