La temporada de primavera-verano, es la mejor época del año para apreciar la flora en el gran desierto Chihuahuense, especialmente la floración del ocotillo, cuyas flores rojas en forma de campana brindan un espectáculo visual único. 

Jiménez Chihuahua (Historias).- En el gran desierto Chihuahuense, el más grande de Norteamérica, que comprende parte del sur de los EE.UU., y los estados de México: Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí; crece una planta comúnmente llamada Ocotillo o Fouquieria splendens por su nombre científico. 

En los 6 mil 300 kilómetros cuadrados de este gran desierto, que es un ecosistema hogar de cientos de especies de plantas y animales, el Ocotillo crece en los lomeríos de las sierras y cerros, siendo algo curioso cuando crece en la llanura. 

Su característica es muy peculiar respecto al resto de las plantas, ya que su color grisáceo que presenta durante casi todo el año da la impresión de estar seco, luciendo verde y frondoso únicamente durante temporadas de lluvias.  

El ocotillo es una planta de más de dos ramificaciones que crecen desde el suelo hasta una altura de entre 5 a 10 metros. Cuyos tallos son de forma circular con espinas a los costados que se pronuncian en forma de anzuelo y que al medio de cada surco de espinas el tallo presenta unas ligeras grietas que producen una cáscara apenas visible. 

Las hojas nacen y se ubican por todo el tallo cilíndrico, desde la base de cada rama y hasta la punta de la misma. De diminuto tamaño, parecen pequeñas gotas de agua por su forma, de color verde, que dan un aspecto más robusto a la planta. 

Durante esta misma temporada, las flores comienzan a emerger en la punta de cada rama del ocotillo, agrupadas en pequeños ramilletes de más de cinco flores de un color rojo intenso y en forma de trompetas. 

En la parte final de la flor, está enrolla ligeramente sus pétalos hacia atrás, dándole la forma característica de trompeta.  

Los pistilos de la flor son pequeñas hebras de color rojo, que emergen desde el fondo de la flor y hasta la parte de afuera en donde sostiene la antera de color amarillo sol.  

Durante la floración, la flor del ocotillo exuda un néctar transparente y dulce que atrae decenas de insectos y aves que se alimentan del delicioso jugo transparente.  

Por todo el gran desierto Chihuahuense, especialmente en los lomeríos, los meses de abril y mayo, son la temporada perfecta para apreciar la floración del ocotillo y disfrutar de uno de los milagros de la naturaleza más increíbles. 

Por: Gorki Rodríguez.

Fotografía: Historias / Gorki Rodríguez.

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