La expedición de Narváez es un testimonio de la brutalidad y los desafíos de la colonización europea en América.
HISTORIASMX. – La expedición de Pánfilo de Narváez, emprendida en 1528 con el objetivo de colonizar la Florida española, representa uno de los capítulos más dramáticos de la exploración del Nuevo Mundo. Encargado por Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y rey de Castilla como Carlos I, Narváez recibió una licencia para reclamar y colonizar la costa norte del Golfo de México, en lo que hoy es Estados Unidos. La misión consistía en fundar al menos dos ciudades y fortificarlas a lo largo de la costa.
Preparativos y Primeros Obstáculos.
Narváez reunió una fuerza de aproximadamente 600 hombres provenientes de España, Portugal e Italia, y zarpó desde Sanlúcar de Barrameda el 17 de junio de 1527. La primera etapa del viaje incluyó paradas en las Islas Canarias, Santo Domingo y Cuba, donde enfrentaron problemas severos. La pérdida de barcos y suministros debido a huracanes y la deserción de hombres comprometió seriamente la expedición. En el paso por Cuba, el huracán que hundió dos barcos agravó la situación.
Llegada a Florida y Primeros Encuentros.
Finalmente, el 12 de abril de 1528, la expedición desembarcó en la bahía de Tampa. Tras un encuentro inicial con los nativos de la cultura Safety-Harbor y la instalación del campamento en lo que hoy es St. Petersburg, Narváez proclamó su autoridad y procedió a explorar la región en busca de riquezas. La falta de provisiones y los enfrentamientos con los pueblos indígenas comenzaron a deteriorar las condiciones para los españoles.
División y Desafíos en el Territorio.
El 1 de mayo de 1528, Narváez decidió dividir su fuerza en un contingente terrestre y uno marítimo, una decisión que se demostró desastrosa. Los hombres en tierra enfrentaron una dura marcha y ataques de nativos hostiles, mientras que los barcos, bajo el mando de Cabeza de Vaca, quedaron atrapados sin poder reunirse con las fuerzas terrestres. La búsqueda de los apalaches, prometidos como poseedores de gran riqueza, llevó a la expedición al territorio de los timucuas y apalaches, donde los constantes ataques y la falta de recursos minaron la moral y las fuerzas.
La Construcción de Barcos y el Fracaso de la Colonización.
Con la esperanza de escapar de la crisis, los sobrevivientes construyeron cinco barcos en la bahía que más tarde se conocería como Bahía de los Caballos. Sin embargo, las tormentas y la desesperación redujeron el número de sobrevivientes a solo 80. En septiembre de 1528, la expedición partió hacia el sur, pero un huracán llevó a los barcos a la orilla de una isla barrera en lo que hoy es Galveston, Texas.
Sobrevivencia y Regreso a México.
Los cuatro sobrevivientes originales —Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Alonso del Castillo Maldonado, Andrés Dorantes de Carranza y el esclavo moro Estevanico— se enfrentaron a años de sufrimiento en el suroeste de América del Norte, atravesando Texas, Nuevo México y el noroeste de México. Finalmente, en 1536, se encontraron con compatriotas españoles cerca de Culiacán, en Sinaloa.
Legado y Representación Cultural.
La expedición de Narváez es un testimonio de la brutalidad y los desafíos de la colonización europea en América. La crónica de Cabeza de Vaca, publicada en 1542 bajo el título La Relación (más tarde conocida como Naufragios), es una de las principales fuentes sobre esta expedición fallida. En la ficción, el libro The Moor’s Account de Laila Lalami, publicado en 2014, explora la perspectiva de Estevanico, el esclavo morisco que sobrevivió, y ofrece una visión novelada de los eventos desde su punto de vista.
La expedición de Narváez no solo destaca los retos de las exploraciones tempranas, sino también la resistencia y adaptabilidad de aquellos que se enfrentaron a la adversidad en el Nuevo Mundo.
Por: Gorki Rodríguez.