Para este 2024, según información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) se espera una producción de más de 225 toneladas de aguacate de 45 hectáreas en producción que se encuentran en los municipios de Guadalupe y Calvo y Guachochi.
HISTORIASMX. – En una iniciativa que podría cambiar el curso del Triángulo Dorado, una de las regiones más conocidas por la producción de drogas en México, líderes locales han planteado un cambio radical: abandonar la siembra de amapola en favor del cultivo de aguacates. Esta propuesta representa una esperanza renovada para una región asolada por el narcotráfico, ofreciendo un camino hacia un futuro más pacífico y sostenible.
La Transformación
El Triángulo Dorado, que abarca partes de los estados de Chihuahua, Durango y Sinaloa, es conocido por ser un bastión de la producción de amapola y marihuana. En un esfuerzo por transformar la economía local, los líderes de Guadalupe y Calvo, en el estado de Chihuahua, han propuesto un cambio hacia el cultivo de aguacates.
El plan es dejar atrás la tradición de cultivos ilegales para dedicarse al aguacate, una alternativa agrícola que promete beneficios económicos sin los riesgos asociados al narcotráfico. Esta transformación se da en un contexto global de creciente demanda de aguacates, ofreciendo una oportunidad para los agricultores de la región de participar en un mercado legal y en expansión.
El proceso no ha sido sencillo. Requiere una inversión significativa en infraestructura y capacitación. En un viaje reciente al Triángulo Dorado, se observaron los primeros pasos de esta transición: la plantación de 40,000 árboles de aguacate en 100 hectáreas, con planes de expandir el cultivo a 3,000 hectáreas en la próxima década. Estos esfuerzos son respaldados por sistemas de riego avanzados, pozos y personal capacitado para asegurar un manejo ambientalmente responsable.
Apoyo Local y Esperanza Regional
La presidencia municipal de Guadalupe y Calvo ha jugado un papel crucial, ofreciendo asesoría técnica a los agricultores y facilitando la implementación de este nuevo modelo de desarrollo. Este apoyo se ha traducido en la creación de empleos y en el fomento de una economía legal que pueda reemplazar los ingresos derivados de la amapola.
El alcalde de la región ha manifestado su compromiso con el proyecto, destacando las condiciones climáticas óptimas del Triángulo Dorado para el cultivo del aguacate Hass, conocido por su alta calidad y demanda en el mercado. Con una producción esperada de 100 kilos por árbol anualmente, se espera que la región se convierta en un actor importante en la producción de aguacates.
Un Futuro Prometedor
La iniciativa no solo tiene un impacto económico, sino también social. La comunidad local, cansada de la violencia asociada al narcotráfico, ve en el cultivo de aguacates una oportunidad para vivir en paz y ofrecer un mejor futuro a las próximas generaciones. La esperanza es que, al generar oportunidades económicas legales, se reduzca la dependencia de las actividades ilícitas.
Este cambio, sin embargo, requiere más que voluntad. Es necesario contar con el apoyo del gobierno federal para financiar proyectos de infraestructura, como la construcción de carreteras y centros de acopio, y para respaldar a los pequeños agricultores que se sumen a esta iniciativa.
El Triángulo Dorado, con su historia de narcotráfico y violencia, busca ahora ser conocido por la producción de uno de los frutos más demandados del mundo. En los próximos años, los aguacates cultivados en esta región podrían llegar a los mercados locales e internacionales, simbolizando un cambio radical y una nueva esperanza para sus habitantes.