La Zona del Silencio, situada en el Bolsón de Mapimí, es un área enigmática que abarca partes de los estados mexicanos de Durango, Chihuahua y Coahuila.
HISTORIASMX. – Este lugar, ubicado a unos 180 km al noroeste de la región metropolitana de La Laguna (que incluye las ciudades de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo), forma parte integral del Desierto Chihuahuense.
La peculiaridad de esta zona radica en el mito urbano que sugiere que las ondas de radio no se transmiten de manera normal, lo que le ha dado su nombre característico.
Historia y Orígenes del Mito.
En julio de 1970, un misil de pruebas Athena RTV lanzado desde una base militar estadounidense en Green River, Utah, perdió el control y cayó en esta zona. El cohete transportaba cobalto 57, un elemento radiactivo, lo que provocó la movilización inmediata de un equipo de especialistas que buscaron el misil por tierra y aire durante tres semanas.
La localización del cohete llevó a la construcción de una carretera para transportar los restos y una pequeña cantidad de tierra contaminada. A raíz de estas operaciones, surgieron varios mitos sobre el área, incluyendo “anomalías magnéticas que impiden la transmisión por radio”, mutaciones de flora y fauna, y hasta visitas extraterrestres.
Flora y Fauna: Un Ecosistema Único.
La Zona del Silencio es un tesoro natural con una gran concentración de fragmentos de aerolitos y especies endémicas. Entre ellas se destaca la tortuga del desierto y reptiles únicos en el mundo, así como los nopales violáceos.
La vegetación incluye especies como la gobernadora, sabaneta, ocotillos, magueyes y diversas cactáceas. La fauna, igualmente adaptada a las condiciones áridas, incluye liebres, conejos, ratones canguro, zorros, coyotes y búhos.
Reserva de la Biosfera: Conservación y Estudio.
En 1974, se estableció en la zona una reserva de biosfera, liderada por el Instituto de Ecología y con la participación activa del Gobierno del estado de Durango, CONACYT, INIREB, IPN, SEP, Comités MaB-México y MaB-E. U., la Escuela Normal Superior de París, la Universidad de Arizona, el Musée National d’Histoire Naturelle de París, la UNAM y otras organizaciones. Esta iniciativa ha sido crucial para la conservación de las especies y el estudio de este enigmático y fascinante lugar.
La Zona del Silencio sigue siendo un lugar de intriga y fascinación, atrayendo tanto a científicos como a turistas curiosos que desean experimentar por sí mismos las misteriosas propiedades que se le atribuyen. Ya sea por sus paisajes únicos, su rica biodiversidad o los mitos que la rodean, esta zona del desierto mexicano continúa capturando la imaginación de todos aquellos que la visitan.