Los manifestantes, que incluyen trabajadores de los primeros dos turnos y esperan la suma de sus compañeros del tercer turno para alcanzar un total de aproximadamente 900 empleados afectados.
HISTORIASMX. – En un notable despliegue de descontento laboral, cerca de 500 empleados de la empresa maquiladora Auma, ubicada en las calles Palestina y Tabalaopa, iniciaron un paro de labores desde las 06:00 horas de este jueves, exigiendo un incremento en las utilidades repartidas por la compañía. La protesta surge tras el anuncio de que este año recibirían solo 240 pesos por concepto de utilidades, una cifra significativamente inferior a los 18,000 pesos entregados el año anterior.
Los manifestantes, que incluyen trabajadores de los primeros dos turnos y esperan la suma de sus compañeros del tercer turno para alcanzar un total de aproximadamente 900 empleados afectados, expresaron su frustración y decepción ante la drástica reducción. Según los trabajadores, la empresa atribuyó la disminución en las utilidades a una caída en las ventas durante el último año fiscal.
La situación se agravó cuando los trabajadores buscaron apoyo en su sindicato, solo para encontrar que no recibirían la asistencia esperada para negociar mejores términos. Frente a esta falta de respaldo, optaron por la medida del paro laboral como forma de presión para renegociar las utilidades.
Los directivos de Auma habían previsto entregar las utilidades el próximo martes, pero la decisión de los trabajadores de iniciar el paro ha adelantado los tiempos de negociación. Los manifestantes han declarado que no se retirarán hasta alcanzar un acuerdo satisfactorio.
Hasta el momento, la protesta no ha afectado el tráfico en las inmediaciones de la planta, que se especializa en la fabricación de partes de vehículos, pero no se descarta la posibilidad de cierres de calles en próximas horas si no se llega a una resolución.
Los empleados, reunidos frente a la entrada principal desde tempranas horas, exhiben consignas y demandan que las utilidades entregadas reflejen de manera justa las ganancias obtenidas por la empresa, subrayando la disparidad entre las expectativas y la realidad de su compensación.