El zacate toboso es una gramínea de entre 30 y 50 cm de altura, con rizomas breves y tallos erectos que se han adaptado perfectamente a las duras condiciones del norte de México y el sur de Estados Unidos.
HISTORIASMX. – En las vastas praderas del municipio de Jiménez, Chihuahua, una especie de gramínea perenne se erige como un recurso fundamental para la ganadería local:

el zacate toboso (Hilaria mutica). Esta planta forrajera, resistente a las condiciones áridas del desierto, no solo es vital para la alimentación del ganado, sino que también juega un papel clave en la conservación de los ecosistemas próximos a la región.
Una especie adaptada a la aridez
El zacate toboso es una gramínea de entre 30 y 50 cm de altura, con rizomas breves y tallos erectos que se han adaptado perfectamente a las duras condiciones del norte de México y el sur de Estados Unidos.

Su venación estriada y su superficie foliar escabrosa permiten reducir la pérdida de agua, característica esencial para sobrevivir en zonas de precipitaciones escasas como Jiménez.
Importancia forrajera
La capacidad del zacate toboso para resistir sequías prolongadas lo ha convertido en una fuente confiable de alimento para el ganado bovino y caprino en Chihuahua. Su crecimiento en praderas naturales y su resistencia al pastoreo continuo lo hacen idóneo para los sistemas de producción ganadera extensiva. Adicionalmente, su valor nutricional es suficiente para mantener una dieta equilibrada en el ganado durante temporadas de escasez de lluvias.
Distribución y ecología
El zacate toboso se encuentra en las praderas y pastizales del sur de Estados Unidos y el norte de México, principalmente en Sonora y Chihuahua. En Jiménez, forma extensas praderas naturales que desempeñan un papel crucial en la conservación del suelo, evitando la erosión y proporcionando hábitat para diversas especies de fauna silvestre.
Retos y conservación
A pesar de su resistencia, el zacate toboso enfrenta amenazas derivadas del sobrepastoreo y el cambio climático.

La pérdida de cobertura vegetal debido a la actividad humana y la falta de lluvia en la región han puesto en riesgo muchas de las praderas donde crece esta gramínea. Por ello, es fundamental implementar estrategias de manejo sostenible para garantizar su permanencia y seguir beneficiando a los productores locales.
Conclusión
El zacate toboso es un recurso invaluable para la ganadería en Jiménez y en otras zonas áridas de México. Su capacidad de adaptación, su importancia forrajera y su papel ecológico lo convierten en una especie clave para el equilibrio ambiental y económico de la región. Su preservación y manejo responsable serán determinantes para el futuro del sector ganadero y de los ecosistemas del desierto chihuahuense.