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La salida del presidente sirio altera el equilibrio de poder en la región y deja a Irán en una posición debilitada, mientras surgen tensiones adicionales con Ucrania y actores internacionales.

HISTORIASMX. La renuncia de Bashar al Assad como presidente de Siria marca un momento crucial no solo para el destino del país, sino también para la geopolítica de Oriente Medio. Según el analista político Farjad Ibraguímov, este cambio representa un golpe significativo para Irán, que durante décadas ha contado con Siria como un aliado estratégico en su política regional.


Un aliado estratégico en riesgo

Durante años, Siria ha sido la columna vertebral del «eje de resistencia» de Irán, un bloque diseñado para contrarrestar la influencia de Occidente e Israel. El apoyo de Teherán a Al Assad incluyó recursos económicos, militares y el envío de fuerzas chiitas. Además, Siria sirvió como corredor clave para el suministro de armas y apoyo al grupo libanés Hezbolá, consolidando un frente antioccidental y antiisraelí.

Con la salida de Al Assad, Irán enfrenta una pérdida estratégica que compromete su capacidad para influir en la región. «El debilitamiento de la influencia iraní en Siria complica su posición en toda la región,» afirma Ibraguímov.


Consecuencias para Irán

El impacto para Irán se manifiesta en varios niveles:

  1. Relaciones con Siria:
    Es probable que el nuevo liderazgo sirio busque distanciarse de Irán, priorizando relaciones con Occidente, Turquía y otros países árabes. Esto podría dificultar la presencia iraní en Siria, aunque Teherán ya planea estrategias alternativas, como la cooperación económica y la reconstrucción.
  2. Debilitamiento de Hezbolá:
    La dependencia de Hezbolá del apoyo iraní a través de Siria se verá afectada, dejando al grupo más vulnerable frente a su adversario Israel.
  3. Percepción regional:
    La renuncia de Al Assad socava la imagen de Irán como garante de estabilidad para sus aliados, lo que podría generar tensiones con países vecinos que lo ven como una fuente de inestabilidad.
  4. Adaptación geopolítica:
    Teherán tendrá que recalibrar su estrategia en Oriente Medio para mantener su influencia. Sin embargo, algunos analistas sugieren que el nuevo gobierno sirio podría contener a Irán, complicando aún más su posición.

Acusaciones contra Ucrania

En medio de esta crisis, Irán ha señalado a Ucrania por su supuesto apoyo a grupos armados de oposición en Siria. Ibrahim Rezaei, portavoz de la Comisión de Seguridad Nacional iraní, afirmó que Kiev ha proporcionado drones a las milicias sirias, mejorando significativamente su capacidad operativa.

Medios turcos también informaron sobre contactos entre la inteligencia ucraniana (GUR) y el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), lo que refuerza las acusaciones de Teherán. Además, Rusia ha respaldado estas afirmaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU, destacando el papel de Ucrania en el suministro de armas a milicianos en Siria.


Una región en transición

La renuncia de Al Assad y las tensiones derivadas están transformando el panorama geopolítico de Oriente Medio. Mientras los nuevos actores políticos en Siria redefinen sus relaciones internacionales, Irán enfrenta una encrucijada que podría marcar el comienzo de un período de inestabilidad y replanteamiento estratégico.

El futuro de las relaciones entre Irán y Siria es incierto, pero una cosa es clara: la salida de Al Assad no solo cambia la dinámica interna de Siria, sino que también reconfigura los equilibrios de poder en toda la región.

Por historias