Fotografía: Archivo.

En el estado de Chihuahua, México, se elabora un queso tradicional con una historia rica y un sabor inigualable.

HISTORIASMX. – Conocido como Queso Chihuahua o Queso Menonita, este producto tiene sus raíces en la llegada de los colonizadores y la influencia significativa de la comunidad menonita.

Un Legado de los Menonitas.

La historia del Queso Chihuahua está íntimamente ligada a la inmigración de los Menonitas a México. De origen alemán y neerlandés, los Menonitas se establecieron en Polonia a mediados del siglo XVI. Sin embargo, en 1870, por razones político-religiosas, emigraron a Canadá.

Su estancia en Canadá fue breve debido a la participación del país en la Primera Guerra Mundial en 1914. Entre 1921 y 1922, los Menonitas compraron 118 mil hectáreas pertenecientes a las haciendas Bustillos y Santa Clara, actualmente Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, e iniciaron su migración por ferrocarril hacia México. Para 1927, casi 10 mil Menonitas se habían asentado en esta región.

Innovación y Tradición en la Elaboración del Queso.

El quehacer económico, esencia de la cultura menonita, impulsó el aprovechamiento de su ganado, tierras, pastizales y la explotación de la leche de sus vacas. Desde aproximadamente 1936, estas comunidades comenzaron la producción masiva de queso, mejorando continuamente la calidad de su ganado lechero y perfeccionando sus técnicas de elaboración.

La influencia menonita ha sido tan significativa que este queso también se conoce como Queso Menonita, aunque en sus comunidades lo llaman Queso Chester o Queso Cheddar.

Proceso de Elaboración y Propiedades Únicas.

El Queso Chihuahua es un queso de pasta semidura, obtenida por coagulación enzimática, prensada, no cocida, tajable y madurada. Se elabora con leche pasteurizada de vaca, entera o estandarizada en grasa, y también se puede hacer con leche cruda con un mínimo de descremado.

Fotografía: Archivo.

Su presentación final, aunque varía en dimensiones, suele tener la forma de un cilindro aplanado o barras rectangulares. Cuando está bien madurado, tiene una pasta de color amarillo dorado, es fácil de rebanar y posee un sabor cremoso con un aroma lácteo distintivo.

La elaboración del Queso Chihuahua incluye tres procesos esenciales: la coagulación o cuajado de la leche, la deshidratación del coágulo o cuajada (desuerado) y la maduración. A diferencia de otros quesos, el Queso Chihuahua pasa por un proceso de bloqueo y “chedarización”, y uno de oreo y maduración de al menos 14 días antes del empaque.

Especificaciones y Usos.

Las especificaciones fisicoquímicas del Queso Chihuahua incluyen un máximo de 45 % de humedad, un mínimo de 26 % de grasa butírica, un mínimo de 22 % de proteínas lácteas, y un pH de 5.0 a 5.5. El queso debe estar exento de microorganismos patógenos y sustancias que puedan afectar la salud del consumidor o deteriorar el producto. Una de las características destacadas del Queso Chihuahua es su capacidad de fundido, lo que lo hace ideal para una variedad de platillos.

Versatilidad Culinaria.

El Queso Chihuahua se utiliza principalmente para hacer quesadillas, pero su versatilidad culinaria permite su uso en sándwiches, pastas, frijoles refritos, y hasta en pastel de queso.

Su capacidad para fundirse perfectamente lo convierte en un ingrediente esencial en muchas recetas mexicanas y de cocina internacional.

Un Sabor que Define a Chihuahua.

La evolución del Queso Chihuahua desde sus orígenes hasta su producción actual refleja una combinación perfecta de tradición e innovación. Gracias a la influencia de los Menonitas y su dedicación a la calidad, este queso no solo representa una parte esencial de la gastronomía chihuahuense, sino que también ha ganado un lugar especial en la cocina mundial.

Para quienes buscan experimentar un sabor auténtico y una rica historia, el Queso Chihuahua es una delicia que no se puede pasar por alto.

Por: Gorki Rodríguez.

Por historias