El 29 de junio, Jens Stoltenberg, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), declaró que la quema de un ejemplar del Corán en Estocolmo, la capital sueca, fue un acto «ofensivo y objetable», pero no ilegal.
Historias. – Durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro búlgaro, Nikolái Denkov, en la sede de la Alianza en Bruselas, el funcionario noruego expresó su comprensión hacia la emoción y la profundidad del sentimiento que esto causó. Sin embargo, destacó que las acciones ofensivas y objetables no siempre son ilegales en los sistemas jurídicos soberanos.
Stoltenberg agregó que no apoyaba las protestas contra Turquía y la OTAN que se habían desatado recientemente en Suecia, pero enfatizó que «defendía el derecho a discrepar», ya que esto también forma parte de la libertad de expresión.
El 28 de junio, durante el primer día de la festividad musulmana de Eid al-Adha, se llevó a cabo una manifestación en la que se quemó un Corán frente a la mezquita principal de Estocolmo. La protesta había sido aprobada por las autoridades suecas. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, consideró que la decisión de la Policía de permitir la manifestación era «legal pero inapropiada».
La quema del Corán ha generado protestas y reclamos de las autoridades en países de mayoría musulmana como Turquía, Irán, Irak, Arabia Saudita, Marruecos y otros. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó el acto como «despreciable» y pidió a Estocolmo que tome medidas concretas para llevar a los responsables ante los tribunales.
El Ministerio de Exteriores de Arabia Saudita declaró que la quema del Corán en Suecia socava los esfuerzos para combatir el extremismo y afecta el respeto mutuo necesario para construir relaciones entre países y pueblos. Además, el Ministerio de Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) convocó a la embajadora sueca en el país para presentar una nota de protesta.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Naser Kanani, expresó también su rechazo e indignación. En Siria, el gran muftí Ajmad Badredin Hasun afirmó que aquellos que quemaron el Corán eran incluso peores que los militantes del Estado Islámico (organización terrorista prohibida en Rusia).
Fotografía: El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. (Dursun Aydemir – Agencia Anadolu)