Hasta el momento, el plan de riego avanza en un 80% y debe completarse para evitar riesgos en el ciclo agrícola 2025.
HISTORIASMX. – Los productores agrícolas que dependen del agua de las presas han asegurado que cuentan con suficiente agua para culminar el ciclo agrícola 2024, aunque no descartan un cierre anticipado si las lluvias no llegan.
Mariano Jáquez Gandarilla, presidente de la Sociedad de Responsabilidad Limitada Unidad Conchos, informó tras una reunión del Comité Hidráulico —donde participan Conagua, Secretaría de Desarrollo Rural, módulos y distritos de riego, y productores— que actualmente la presa La Boquilla recibe 10 metros cúbicos por segundo de escurrimientos de lluvias y extrae 24 m³/s. Aunque el desfase no es alto, preocupa la continuidad del suministro.
Hasta el momento, el plan de riego avanza en un 80% y debe completarse para evitar riesgos en el ciclo agrícola 2025. Jáquez destacó la necesidad de acumular toda el agua posible este año para asegurar el próximo ciclo. Actualmente, el plan de riego sigue su curso y culmina el 30 de septiembre. Sin embargo, si el desfase aumenta, el ciclo podría cerrarse anticipadamente el 15 de septiembre. A finales de agosto se decidirá si se acorta o no el ciclo, considerando cultivos como el cacahuate y el maíz que apenas se están estableciendo.
“Esperamos que lleguen las lluvias porque queremos llegar al 30 de septiembre”, comentó Jáquez. Añadió que algunos cultivos, como la sandía y algunos maíces, ya están saliendo, pero no se podrán establecer otros cultivos debido a la incertidumbre del ciclo agrícola 2025. Para asegurar un ciclo agrícola restringido en 2025, la presa La Boquilla necesita mantener un mínimo del 33% de almacenamiento y la presa Francisco I. Madero el 40%. Actualmente, estas presas están al 18.13% y 16.48%, respectivamente.
Algunos pescadores y prestadores de servicio de San Francisco de Conchos no asistieron a la reunión del comité porque observan ingresos en las presas La Boquilla y Francisco I. Madero. Sin embargo, a pesar de que agosto y septiembre son los meses más lluviosos de la región, la situación sigue siendo preocupante para los productores agrícolas.
Los agricultores están a la expectativa y continúan apegados al plan de riego, mientras esperan con ansias las lluvias que podrían asegurar la conclusión del ciclo agrícola y preparar el camino para el próximo año.