La hipótesis del paso por el hielo colapsa y una antigua travesía por mar resurge con fuerza.
HISTORIASMX. – Durante décadas, la historia oficial enseñó que los primeros pobladores de América ingresaron al continente por un estrecho corredor libre de hielo, que emergió entre Siberia y Alaska durante la última glaciación. Según esta versión, los grupos humanos atravesaron el entonces seco estrecho de Bering —el Beringia— y, una vez abierto el pasillo entre los glaciares, migraron hacia el sur.
Pero un descubrimiento reciente sacude esa narrativa.
Un estudio internacional liderado por el genetista evolutivo Eske Willerslev, publicado en la prestigiosa revista Nature, ha demostrado que dicho corredor no era biológicamente viable cuando los primeros humanos ya habitaban el continente americano. Y esto cambia todo.
❄️ El corredor helado: una ruta bloqueada por el tiempo
El corredor libre de hielo, que separaba las gigantescas capas glaciares Laurentide y Cordillera, comenzó a abrirse hace unos 13.000 años, extendiéndose por lo que hoy es el oeste de Canadá. La teoría tradicional sostenía que los grupos humanos, como la cultura Clovis, lo utilizaron para desplazarse hacia América del Norte, Central y del Sur.
Sin embargo, el nuevo análisis, basado en ADN fósil extraído de sedimentos lacustres, demostró que el ecosistema del corredor no contenía ni flora ni fauna suficientes para sustentar la vida humana antes de hace 12.600 años. Es decir, no había animales para cazar, madera para hacer fuego o herramientas, ni siquiera plantas comestibles.
Y para entonces, los Clovis ya habían dejado su huella al sur del continente.
“Aunque el corredor físico estuvo abierto desde hace 13.000 años, no fue utilizable sino hasta siglos después”, afirma Willerslev.
🌊 La ruta por mar: balsas, coraje y costa
La evidencia apunta a una alternativa mucho más antigua y audaz: una migración costera por el Pacífico, en balsas o embarcaciones primitivas. Los primeros humanos habrían seguido las frías y escarpadas costas del noreste asiático y América del Norte, desplazándose por vía marítima desde Asia, bordeando el hielo, hasta alcanzar zonas más templadas del continente americano.
Esta teoría, que durante mucho tiempo fue descartada por considerarse improbable, hoy se posiciona como la más coherente con la evidencia arqueológica y genética.
Los viajeros del Pacífico habrían aprovechado los recursos marinos —peces, mariscos, algas— y acampado en islas o zonas libres de hielo para continuar su avance. Algunas investigaciones sugieren que incluso pudieron haber llegado a América del Sur antes de los Clovis.
🔍 Evidencias sumergidas y yacimientos olvidados
El problema para confirmar esta teoría radica en la geografía del tiempo: la mayoría de los posibles campamentos costeros prehistóricos están ahora sumergidos, debido al aumento del nivel del mar tras el deshielo.
Aun así, sitios arqueológicos como Monte Verde (Chile), que data de hace más de 14.000 años, y hallazgos en California, México y la Columbia Británica, sostienen la hipótesis de una migración mucho más temprana y costera.
“No hay pruebas convincentes de que los Clovis fueran los primeros. Lo que sí sabemos es que el corredor era intransitable cuando ellos ya estaban aquí”, asegura David Meltzer, arqueólogo y coautor del estudio.
🛶 ¿Quiénes fueron los primeros navegantes del Nuevo Mundo?
Aunque aún no existe consenso sobre la identidad de estos pioneros marítimos, muchos investigadores sostienen que eran grupos anteriores y distintos a los Clovis, quizás originarios del este de Asia o del sudeste asiático. Su conocimiento del mar y la construcción de embarcaciones rudimentarias les habría permitido recorrer distancias impensables para su tiempo.
Y si bien sus nombres se han perdido en la bruma de la prehistoria, su legado vive en cada artefacto encontrado, en cada concha tallada, en cada fogón fosilizado junto al mar.
🌎 Redefiniendo la historia de América
El estudio del equipo de Willerslev no solo refuta una teoría tradicional, sino que abre las puertas a una reconstrucción más completa y diversa del poblamiento del continente. Una historia no de pasos por la nieve, sino de travesías por las olas; no de pasillos congelados, sino de costas interminables.
Los primeros americanos pudieron haber llegado por mar, no por tierra, impulsados por la necesidad, el hambre y una visión primitiva del horizonte. Y así, tal vez, fueron los primeros navegantes de América mucho antes de que existiera un nombre para este continente.
¿Fantasía marina o realidad ancestral?
La arqueología, la genética y la geografía parecen inclinarse por una misma respuesta:
Los primeros pasos humanos en América quizás fueron dados desde una balsa, al ritmo de las olas del Pacífico.