Mientras se alardea en foros internacionales, en el terreno la inseguridad y sabotajes continúan sin freno
Madera, Chih.- Un nuevo ataque contra la infraestructura de la Plataforma Centinela se registró el domingo 25 de mayo en el tramo carretero entre el ejido El Largo Maderal y Ciudad Madera. Se trata del tercer atentado en este municipio en los últimos días, y el sexto en lo que va del año a nivel estatal.
Durante un recorrido de vigilancia, elementos de las Bases de Operaciones Interinstitucionales (BOI) encontraron un poste de videovigilancia derribado y equipo calcinado. Según confirmaron autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), el cableado y las cámaras fueron quemados intencionalmente.
Sin detenidos, sin avances: la impunidad tras los sabotajes
Pese a que la SSPE desplegó un operativo tras el hallazgo, hasta el momento no hay personas detenidas por estos ataques. El vocero de la dependencia, Jorge Armendáriz, señaló que las investigaciones siguen en curso, pero los resultados son nulos.
Desde su implementación, la Plataforma Centinela ha sufrido al menos 11 ataques, seis de ellos ocurridos este año, particularmente en municipios como Madera, Cuauhtémoc, Buenaventura y López.
El contraste: presumen avances en Dubái, pero la realidad es otra
Mientras tanto, el comisario Gilberto Loya Chávez participó recientemente en la Cumbre Mundial de la Policía, realizada en Dubái, donde presentó a la Plataforma Centinela como un caso de éxito en el uso de tecnología para la seguridad pública. Destacó el uso de inteligencia artificial, análisis de datos y videovigilancia para combatir el crimen.
Sin embargo, en Chihuahua —y especialmente en zonas como Madera— la infraestructura tecnológica ha demostrado ser vulnerable, y los ataques frecuentes exhiben la incapacidad de las autoridades para proteger ni siquiera su propio sistema de vigilancia.
¿Tecnología de punta o fachada mediática?
Los constantes sabotajes a Centinela contradicen el discurso optimista presentado en eventos internacionales. Lejos de los reflectores de Dubái, los habitantes de Madera enfrentan una realidad donde los sistemas de vigilancia no solo fallan, sino que además son destruidos sin consecuencias para los responsables.
Aunque la SSPE ha insistido en que estos ataques son una reacción del crimen organizado ante los “avances” del sistema, la falta de resultados concretos plantea una duda seria: ¿se trata realmente de una herramienta eficaz o de una fachada mediática más?
