Las presas Las Lajas y El Tintero son las más afectadas, con niveles de almacenamiento de 6.38% y 11.15%, respectivamente.
HISTORIASMX. – Las diez principales presas de Chihuahua han registrado un almacenamiento promedio del 24.9%, igual que en 2022, antes de las lluvias atípicas de septiembre. La sequía extrema y la explotación ilegal de agua continúan afectando severamente a estas fuentes vitales.
Las presas Las Lajas y El Tintero son las más afectadas, con niveles de almacenamiento de 6.38% y 11.15%, respectivamente. Las Lajas, ubicada en San Buenaventura y alimentada por el río Carmen, sufre por la explotación ilegal de agua, mientras que El Tintero, en Namiquipa, también enfrenta un grave estrés hídrico. Los productores en estas áreas dependen de pozos para el riego de cultivos, con la electricidad jugando un papel crucial en la productividad.
La presa Abraham González, alimentada por el río Papigochi, se encuentra al 13.76%, una caída significativa desde el 51% en 2022. La presa Francisco I. Madero (Las Vírgenes) registra un 17.16%, un 50% menos que el año anterior.
El mayor cuerpo de agua del estado, La Boquilla, reporta un 21.47% de almacenamiento, equivalente a 611.362 millones de metros cúbicos (Mm3), comparado con 641.953 Mm3 en 2022. La presa San Gabriel, alimentada por el río Florido, tiene un 26.80% de almacenamiento, similar al 26.56% del año pasado.
La presa Chihuahua presenta un 55.43% de almacenamiento, un incremento respecto al 48.88% de 2022. La presa Pico del Águila muestra un 63.88%, frente al 35.65% del año pasado. Estas dos presas, tras las lluvias atípicas, se derramaron y aportaron al pago del Tratado Internacional de Aguas de 1944 con Estados Unidos. La presa Luis Laureano León reporta un 70.74%, comparado con el 17.97% de 2022, contribuyendo significativamente al tratado. Este año, no hay manera de tributar.
La presa El Rejón es la más llena, con un 80.92%, y se utiliza principalmente para actividades recreativas.
Se espera que la próxima temporada de lluvias aumente el nivel de agua en las presas. De lo contrario, el ciclo agrícola dependiente de estas fuentes no será viable, poniendo en riesgo la productividad y el sustento de muchos productores en la región.