Fotografía: Jacqueline Chávez.

«Jeringo y Paracetamolito: Los Michis del IMSS de Jiménez y Parral que Robaron Corazones y Ahora Buscan un Hogar»

Dos guardianes de cuatro patas en busca de un hogar

La historia de Jeringo, el michi que se convirtió en el guardián del IMSS de Jiménez y robó los corazones de derechohabientes y personal de la clínica, ha conmovido a muchos. Su ternura y fidelidad lo hicieron un compañero indispensable para quienes acudían al hospital, convirtiéndose en un símbolo de empatía y compañía. Sin embargo, su historia ha encontrado eco en otro hospital cercano: el IMSS de Parral, Chihuahua.

Allí, un nuevo michi ha aparecido para brindar consuelo y compañía a quienes visitan la clínica. Se trata de un gato blanco que, por su presencia reconfortante y su ternura, podría ser bautizado como Paracetamolito. Este felino ha seguido los pasos de Jeringo, estableciendo su hogar en la entrada del hospital y ofreciendo su silenciosa compañía a los pacientes que esperan atención médica.

Un nuevo amigo peludo en Parral

Jacqueline Chávez, trabajadora del IMSS de Parral, compartió con HISTORIASMX que en su clínica también cuentan con un amigo peludo. Paracetamolito se ha vuelto parte del día a día del hospital, paseándose entre los pasillos y descansando cerca de los pacientes, como si entendiera que su presencia alivia más de una dolencia.

«Siempre está aquí, acompañando a la gente. Ya es parte de la clínica», comenta Jacqueline. «Cuando la gente llega con angustia o después de largas esperas, él está ahí, tranquilo, dejando que lo acaricien. Es increíble cómo un simple michi puede traer tanta paz».

Al igual que Jeringo en Jiménez, Paracetamolito ha sido cuidado por el personal y algunos pacientes, quienes le han brindado alimento y cariño. Sin embargo, su destino aún es incierto, y Jacqueline ha expresado su preocupación por el bienestar del michi.

Paracetamolito busca un hogar

Aunque tanto Jeringo como Paracetamolito han encontrado un refugio temporal en los hospitales, no es un lugar seguro para ellos. La incertidumbre sobre su futuro crece con el tiempo, y el riesgo de que sean retirados o maltratados siempre está presente.

Es por ello que Jacqueline Chávez ha hecho un llamado para encontrarle un hogar a Paracetamolito. «Si alguien quiere adoptarlo, que se comunique conmigo. Yo me encargo de pagar su esterilización», asegura con la esperanza de que alguien le brinde el amor y la seguridad que merece.

Jeringo y Paracetamolito han demostrado que el cariño y la compañía pueden hacer la diferencia en la vida de muchas personas. Ahora, estos pequeños héroes de cuatro patas necesitan que alguien haga la diferencia por ellos.

Si quieres abrirle las puertas de tu hogar a Paracetamolito y darle un final feliz a esta historia, no dudes en ponerte en contacto. Porque, al final del día, el mejor medicamento para el alma no siempre viene en una receta médica, sino en forma de un michi amoroso que solo busca cariño y un hogar.

Por: Gorki Rodríguez.

Por historias

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