Fotografía: Venessa Rivas.

La presa La Boquilla, ubicada en San Francisco de Conchos, es uno de los cuerpos de agua más importantes para el suministro agrícola de la región. Sin embargo, al 20 de octubre de 2024, su nivel de almacenamiento se encuentra en 15.82%, con un volumen de 450.27 millones de metros cúbicos, muy por debajo de lo necesario para sostener el riego de cultivos a gran escala en el estado.

HISTORIASMX. – El estado de Chihuahua enfrenta una crisis hídrica sin precedentes, con varias de sus principales presas en niveles alarmantemente bajos. Según el último informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), las presas La Boquilla y Francisco I. Madero están entre las más afectadas, con porcentajes de almacenamiento que no garantizan un ciclo agrícola viable para el próximo año.

La Boquilla: una presa en estado crítico
La presa La Boquilla, ubicada en San Francisco de Conchos, es uno de los cuerpos de agua más importantes para el suministro agrícola de la región. Sin embargo, al 20 de octubre de 2024, su nivel de almacenamiento se encuentra en 15.82%, con un volumen de 450.27 millones de metros cúbicos, muy por debajo de lo necesario para sostener el riego de cultivos a gran escala en el estado. A pesar de haber llegado al 80% de su capacidad en 2022 gracias a lluvias extraordinarias, la extracción desmedida y la falta de lluvias significativas este año han dejado a La Boquilla al borde del colapso.

Francisco I. Madero: otra víctima de la sobreexplotación
La presa Francisco I. Madero, ubicada en el municipio de Rosales, también atraviesa una situación crítica, con un nivel de almacenamiento del 11.67%, lo que representa solo 38.89 millones de metros cúbicos. Esta presa, que junto a La Boquilla es fundamental para el riego en el Distrito de Riego 005, ha sido sobreexplotada en los últimos dos años, lo que ha llevado a una reducción drástica en su capacidad de recuperación. Los agricultores de la región temen que, sin lluvias importantes en los próximos meses, la temporada de siembra se vea gravemente afectada.

Luis L. León y otras presas: una luz de esperanza
Aunque muchas de las presas del estado se encuentran en niveles bajos, algunas presentan mejores condiciones. La presa Luis L. León, en Aldama, mantiene un 38.81% de su capacidad, con 111.81 millones de metros cúbicos almacenados, lo que la coloca en una posición más favorable comparada con La Boquilla y Francisco I. Madero. No obstante, este nivel sigue siendo insuficiente para cubrir las demandas agrícolas de todo el estado si no se implementan medidas de conservación más estrictas.

Los riesgos para el ciclo agrícola 2025
El panorama actual pone en peligro el ciclo agrícola de 2025, especialmente en regiones que dependen directamente de las presas mencionadas. Según Víctor Reyes Cueto, exmiembro del Comité de Transferencia del Distrito de Riego 005, el derroche de 881 millones de metros cúbicos de agua en 2023 y 2024 ha sido devastador para las reservas de las presas. Si esos volúmenes se hubieran conservado, habría sido posible asegurar el riego para el 70% de las tierras cultivables el próximo año. Ahora, el futuro de la agricultura en la región depende en gran medida de la llegada de lluvias extraordinarias.

Las implicaciones para las comunidades locales
Las consecuencias de estos niveles críticos de agua van más allá del sector agrícola. Las comunidades que dependen de las presas para su suministro de agua potable y el desarrollo de otras actividades económicas están enfrentando una situación desesperada. La falta de agua no solo afecta la producción agrícola, sino también la pesca y otras fuentes de empleo en la región. La población ha comenzado a manifestar su preocupación ante lo que parece ser una crisis hídrica prolongada.

Conclusión: La urgencia de medidas de conservación
Con las presas en niveles críticamente bajos, es imperativo que se tomen medidas para evitar la sobreexplotación del agua. La implementación de políticas más estrictas de manejo y conservación, junto con una gestión eficiente de los recursos hídricos, es esencial para garantizar la supervivencia de las actividades agrícolas y económicas en Chihuahua. De lo contrario, las presas La Boquilla y Francisco I. Madero podrían enfrentar un colapso irreversible en el futuro cercano, afectando gravemente a miles de familias y a la economía del estado.

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