La muerte masiva de peces no es exclusiva de la presa de Las Lajas. Cuerpos de agua como la Laguna Fierro en Casas Grandes y la Laguna de Bustillos también han sufrido eventos similares, muchos de ellos impulsados por condiciones cíclicas y cambios en el entorno.
HISTORIASMX. – El ingeniero Joel Morales Saldívar, Jefe del Departamento de Vida Silvestre de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SDUE), informó sobre el procedimiento que se seguirá para manejar los miles de peces muertos en la presa de Las Lajas, en el municipio de Buenaventura. Según explicó, estos peces tendrán que ser sometidos a un proceso de encalado para luego ser enterrados en zanjas, con el objetivo de evitar riesgos sanitarios. Este procedimiento busca prevenir infecciones y otros daños a la salud derivados de la descomposición masiva de la fauna acuática.
Factores Detrás de la Muerte Masiva.
De acuerdo con Morales Saldívar, la muerte de los peces es atribuible a diversos factores ambientales y humanos. El bajo nivel de agua en la presa, combinado con el hacinamiento de especies, el cambio de temperatura, la falta de oxígeno y la escasez de alimento, crearon un ambiente letal. Además, la contaminación por pesticidas y fertilizantes utilizados en las más de mil hectáreas de cultivos en la zona contribuyó a esta crisis ecológica. Cabe señalar que el agua de la presa se destina principalmente a los ciclos de riego, lo que agrava aún más las condiciones para la vida silvestre.
Un Protocolo Ya Probado.
Este procedimiento no es nuevo para las autoridades locales. Hace apenas unos meses, un esfuerzo similar se llevó a cabo en la Laguna de Bustillos, donde la muerte masiva de peces también alarmó a la población. En esa ocasión, con la participación de las autoridades de los tres niveles de gobierno y el apoyo de la comunidad, se excavaron zanjas para encalar y enterrar los peces, evitando así un impacto mayor en la salud pública.
Participaron en este operativo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Comisión Estatal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (Coespris) y la SDUE. Gracias a la rápida intervención, se logró mitigar los riesgos sanitarios, aunque la situación dejó en claro la vulnerabilidad de los cuerpos de agua en la región.
Riesgos para la Salud y el Medio Ambiente.
El ingeniero Morales Saldívar advirtió que dejar los peces muertos expuestos al medio ambiente no solo genera malos olores, sino que también contamina el agua, afectando a otros organismos vivos. Este tipo de contaminación puede tener consecuencias a largo plazo en la biodiversidad de la región, agravando la situación para la fauna acuática restante.
«Es alarmante, pero también hay que entenderlo: son fenómenos cíclicos», explicó Morales Saldívar. «Tenemos el caso reciente de la Laguna de Bustillos, donde se atendió por todas las autoridades competentes, gracias a una convocatoria del presidente seccional de Anáhuac», añadió en entrevista para El Heraldo de Chihuahua.
La Espera para la Repoblación.
Por su parte, José Eduardo Cabada Estrada, subsecretario de Desarrollo Rural, señaló que la repoblación de la presa con nuevas especies no puede iniciarse hasta que se retiren los peces muertos y se complete el procedimiento de encalado y sepultura. Además, se está a la espera de que concluya la temporada de lluvias para evaluar cuánta agua puede captarse, lo cual determinará las condiciones futuras del cuerpo de agua.
Un Problema Recurrente en la Región.
La muerte masiva de peces no es exclusiva de la presa de Las Lajas. Cuerpos de agua como la Laguna Fierro en Casas Grandes y la Laguna de Bustillos también han sufrido eventos similares, muchos de ellos impulsados por condiciones cíclicas y cambios en el entorno. A diferencia de otros cuerpos de agua, estos no son utilizados para el riego ni para el consumo humano, pero el impacto ambiental sigue siendo considerable.
El incidente en la presa de Las Lajas se suma a una serie de crisis ambientales en la región, poniendo en evidencia la necesidad de un manejo más sostenible y preventivo de los recursos hídricos. La colaboración entre autoridades y la comunidad será clave para evitar que situaciones similares sigan ocurriendo, con consecuencias tanto para el medio ambiente como para la salud pública.