Decididos a alcanzar el sueño americano, soportan bajas temperaturas, balas de gas y advertencias de las autoridades, mientras organizaciones humanitarias intentan brindarles apoyo.
HISTORIASMX. – A pesar de las bajas temperaturas y las acciones represivas de las autoridades estadounidenses, decenas de migrantes permanecen firmes en su intento por cruzar al otro lado de la frontera desde las orillas del Río Bravo. Envueltos en cobijas y acompañados de fogatas, los migrantes enfrentan un panorama complicado, con la Guardia Nacional de Texas (GNT) reforzando la seguridad con alambre de púas, gases lacrimógenos y helicópteros que incluso invaden territorio mexicano.
Advertencias de la Guardia Nacional de México
Elementos de la Guardia Nacional de México se acercaron a los migrantes para recomendarles que se retiren, advirtiéndoles de los riesgos de salud y la posibilidad de ser fichados y deportados por las autoridades estadounidenses.
“Piensen en los niños, allá ya pusieron más serpentina (alambre de púas). La Guardia Nacional de Texas no es como la de acá, les van a disparar”, comentó un elemento de la Guardia Nacional de México.
Sin embargo, los migrantes, muchos de los cuales tienen entrenamiento militar, se mostraron renuentes. Argumentaron que están preparados para soportar el frío y los golpes de perdigones y que no se moverán hasta alcanzar su objetivo.
Represión con balas de gas
A pesar de los gaseos y la presencia intimidante de la Guardia Nacional de Texas, los migrantes, en su mayoría provenientes de Venezuela, mantienen su posición. Un migrante comentó:
“Ellos (la GNT) están entrenados para disparar, no les importa que haya niños.”
Apoyo humanitario
Durante la mañana, miembros del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) acudieron al lugar para brindar apoyo a los migrantes. Se entregaron cobijas térmicas y alimentos, ofreciendo algo de alivio ante las duras condiciones.
Persistencia frente a la adversidad
Aunque los propios migrantes reconocen que es casi imposible ingresar a Estados Unidos, mantienen la esperanza de que algún día les permitan cruzar y alcanzar su destino.
Este jueves se observó una ligera reducción en el número de migrantes, con menos de 50 personas presentes en comparación con el miércoles, cuando había más de 100 adultos e infantes. Sin embargo, la mayoría asegura que no abandonará su lugar, a pesar de los peligros y las dificultades.
Un llamado a la solidaridad
La situación refleja la compleja crisis migratoria en la frontera norte de México, donde los migrantes enfrentan no solo las adversidades del clima y la represión, sino también el peso de sus sueños y esperanzas por un futuro mejor. Organizaciones humanitarias y ciudadanos llaman a la solidaridad y a buscar soluciones que prioricen la dignidad y los derechos de los migrantes.