Fotografía: Archivo.

La exigencia es clara: «Ni una más». Las voces de las mujeres y sus familias, junto con las organizaciones que las apoyan, siguen luchando para que no se sigan sumando nombres a la dolorosa lista de víctimas.

HISTORIASMX. – La violencia contra las mujeres sigue cobrando vidas en México, con más de 350 víctimas de homicidio doloso desde el 2023 hasta septiembre de 2024. Así lo informó Yadira Cortez, integrante de la Red Mesa de Mujeres, quien alzó la voz en un enérgico reclamo para exigir acciones contundentes por parte de las autoridades. «A la fecha tenemos un registro de 108 mujeres víctimas de homicidio doloso durante el 2024. Es un dato que no baja, ni siquiera se detiene, sigue en aumento; queremos exigir que no haya ni una más«, enfatizó.

Un llamado urgente a la acción.

Cortez subrayó la necesidad de implementar acciones de prevención y sentencias significativas para frenar esta ola de violencia que sigue golpeando a las mujeres en el país. «Queremos que se tomen medidas reales para evitar que más mujeres vivan situaciones de violencia extrema como esta», demandó.

La defensora también señaló que la zona Centro de la ciudad no solo es un punto crítico de desaparición de mujeres, sino que registra una alta incidencia de violencia sexual. «Son datos que no se conocen ampliamente, pero la misma Fiscalía nos ha proporcionado información que confirma que muchas denuncias de violencia sexual ocurren en esta zona», indicó Cortez.

Aumento alarmante de homicidios.

En 2023, se contabilizaron 153 mujeres asesinadas y, hasta septiembre de este año, la cifra ha alcanzado 108 víctimas, lo que evidencia que el problema no solo persiste, sino que sigue creciendo. Cortez destacó que, aunque se han implementado algunos esfuerzos para hacer de la zona Centro un espacio más seguro, «falta mucho por hacer» para garantizar la protección y seguridad de las mujeres.

Indignación por falta de justicia.

Uno de los casos más impactantes del año fue el de un hombre que atropelló a una mujer de manera deliberada hasta asegurarse de que había muerto. Cortez denunció que, en un primer momento, la Fiscalía clasificó el hecho como homicidio imprudencial, lo que provocó la indignación de organizaciones de derechos humanos y colectivos feministas. «¿En qué cabeza cabe? Este es un ejemplo claro de cómo se minimiza la violencia contra las mujeres en este país», expresó con enfado.

El clamor por justicia continúa resonando con fuerza, mientras las organizaciones como Red Mesa de Mujeres exigen que los feminicidios sean atendidos con la gravedad que ameritan, y que se promuevan políticas públicas efectivas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.

La exigencia es clara: «Ni una más». Las voces de las mujeres y sus familias, junto con las organizaciones que las apoyan, siguen luchando para que no se sigan sumando nombres a la dolorosa lista de víctimas.

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