Las Policías Municipales: Bastiones de Represión Contra la Libertad de Prensa

La mayoría de los alcaldes en el país no han recibido ningún tipo de capacitación sobre lo que implica la libertad de prensa y su importancia en una democracia. No comprenden que los medios de comunicación no son una extensión de sus oficinas de comunicación social, sino un poder independiente que está llamado a fiscalizar sus acciones.

HISTORIASMX. – En un país donde la libertad de prensa es constantemente amenazada, las policías municipales han demostrado ser uno de los principales instrumentos de represión contra periodistas y medios de comunicación. Esto no es casualidad ni un problema aislado: es el resultado directo de la falta de formación y capacitación en derechos humanos y libertad de expresión tanto de los presidentes municipales como de los comandantes de seguridad en diversas regiones de México, incluyendo Chihuahua.

Ignorancia y abuso del poder

La mayoría de los alcaldes en el país no han recibido ningún tipo de capacitación sobre lo que implica la libertad de prensa y su importancia en una democracia. No comprenden que los medios de comunicación no son una extensión de sus oficinas de comunicación social, sino un poder independiente que está llamado a fiscalizar sus acciones. Ante cualquier señalamiento crítico, muchos alcaldes reaccionan con represalias, utilizando a las policías municipales como su brazo ejecutor para hostigar, amenazar e incluso detener arbitrariamente a periodistas.

Los comandantes de las policías municipales tampoco escapan de esta lógica de abuso. En su mayoría, estos mandos han llegado a sus puestos no por su conocimiento de la ley, sino por lealtades políticas o acuerdos de conveniencia. Su desconocimiento sobre la libertad de prensa y derechos humanos los convierte en piezas clave para la represión. Para ellos, la orden de un alcalde tiene más peso que el artículo 6º y 7º de la Constitución Mexicana, que garantizan el derecho a la información y la libre expresión.

Chihuahua: un estado en alerta

El estado de Chihuahua no es ajeno a esta problemática. Múltiples periodistas han denunciado agresiones por parte de las corporaciones municipales. Desde detenciones arbitrarias, intimidaciones y agresiones físicas, hasta la restricción del acceso a la información. En muchas ocasiones, estas agresiones ocurren con la complacencia de los alcaldes, quienes ven en los periodistas críticos una amenaza a su imagen y gestión.

El problema es estructural y su solución no es sencilla. Mientras no haya un esfuerzo real por capacitar a las autoridades locales sobre la importancia de la libertad de prensa, seguirá existiendo un clima de hostilidad hacia el periodismo independiente. Asimismo, es urgente que las policías municipales sean sometidas a controles y revisiones externas que impidan su uso como herramientas de represión política.

Conclusión: el periodismo no se calla

Si algo ha demostrado la prensa mexicana es su resiliencia. A pesar de los intentos de represión y la falta de garantías de seguridad, los periodistas continúan informando, denunciando y evidenciando las fallas del poder. Sin embargo, no puede normalizarse la violencia institucional contra quienes ejercen el derecho a informar. Urge que la sociedad y los organismos de derechos humanos exijan a las autoridades municipales respeto absoluto a la libertad de prensa y el cese de la utilización de las policías como herramientas de censura y represión.

Por: Gorki Rodríguez.

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