Ubicado dentro del área natural protegida conocida como la reserva de la biósfera del Bolsón de Mapimí, este oasis termal es un secreto bien guardado del estado de Chihuahua.
HISTORIASMX. – A una hora y media de la cabecera municipal de Jiménez, en dirección sur por la Carretera Federal número 49, a la altura del kilómetro 165, se encuentra el acceso a las aguas termales del Ojo del Caballo. Desde este punto, un camino de terracería de aproximadamente 10 kilómetros lleva a este destino, cuya accesibilidad varía dependiendo de las condiciones climáticas.

Ubicado dentro del área natural protegida conocida como la reserva de la biósfera del Bolsón de Mapimí, este oasis termal es un secreto bien guardado del estado de Chihuahua. Aunque poco conocido, su belleza y beneficios terapéuticos han logrado atraer visitantes recurrentes, incluso turistas extranjeros que descubren el sitio gracias a recomendaciones.
Un Destino con Gran Potencial Turístico
Don Domitilio, encargado del lugar, comenta que las personas que han visitado este sitio suelen regresar al menos dos o tres veces al año, maravilladas por sus propiedades curativas y el entorno natural. Sin embargo, a pesar de su potencial, el Ojo del Caballo ha carecido de apoyo gubernamental para mejorar la infraestructura turística. El acceso principal, de terracería, suele encontrarse en malas condiciones, lo que desalienta a los visitantes que no cuentan con un vehículo adecuado. Además, la falta de señalización en la Carretera Federal 49 limita su promoción turística.
Consulta el enlace del documental en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=DxGQ8OF5DJU&t=68s
Naturaleza, Relajación y Aventura
El balneario cuenta con una amplia área arbolada con estacionamiento y asadores, ideal para pasar un día en contacto con la naturaleza. Dispone de tres albercas rústicas y un chorro de agua principal ubicado dentro de una caverna, lo que proporciona una experiencia única y relajante.

Las aguas termales, con temperaturas que oscilan entre 35 y 40 grados centígrados, contienen minerales como azufre, calcio y sales, los cuales generan formaciones cristalinas en las paredes de las albercas y ofrecen beneficios para la piel y el bienestar general.
Un Paisaje Incomparable
El Ojo del Caballo no solo ofrece el disfrute de sus aguas termales, sino que también permite apreciar la imponente belleza del desierto del Bolsón de Mapimí. Desde este punto, se pueden admirar majestuosas formaciones rocosas y tener una vista privilegiada de la enigmática Zona del Silencio, el Cerro de San Ignacio y el Cerro de las Tetas de Juana, conocido así por los locales. Además, este rincón de Chihuahua se encuentra en la frontera con Durango y Coahuila, brindando la oportunidad de observar la transición entre estos tres estados.

A pesar de sus desafíos, el Ojo del Caballo sigue siendo un destino con gran potencial para el ecoturismo y la aventura. Su combinación de aguas curativas, paisajes desérticos y biodiversidad lo convierten en un lugar único que merece mayor reconocimiento y apoyo para su conservación y promoción. ¡Atrévete a descubrir este tesoro escondido en el corazón del desierto!