Desde los tiempos ilustrados del siglo XVIII, un movimiento de cambio comenzó a gestarse en torno a la igualdad de género. La primera ola del feminismo, como se conoce hoy, tiene sus raíces en este periodo de iluminación intelectual y cambio social.
HISTORIASMX. – Según los estudios sobre feminismo, este movimiento nació en medio de la controversia sobre la naturaleza de la mujer y la jerarquía de los sexos. Utilizando las herramientas de la filosofía contemporánea y el pensamiento de figuras como Rousseau, las feministas de la época empezaron a articular sus demandas por igualdad.
Un hito crucial de este movimiento fue la Declaración de Sentimientos de Seneca Falls en 1848, que marcó el inicio del movimiento sufragista en Estados Unidos y el Reino Unido. Esta declaración sentó las bases para una lucha que continuaría durante décadas.
El feminismo liberal sufragista se centró inicialmente en la igualdad de derechos en términos de propiedad y capacidad de obrar, así como en la igualdad dentro del matrimonio. Sin embargo, con el tiempo, sus esfuerzos se dirigieron hacia la obtención del derecho al voto.
En convenciones como la de Seneca Falls en 1848, cientos de activistas se reunieron para abogar por los derechos de la mujer. Lideradas por figuras como Emmeline Pankhurst en Inglaterra, estas mujeres llevaron el feminismo al terreno del activismo, demandando igualdad de derechos frente al Estado.
La lucha por la abolición de la esclavitud también influyó en el movimiento feminista, generando un encuentro entre feministas y mujeres negras. Sin embargo, las diferencias entre los problemas de las mujeres blancas y las mujeres negras crearon tensiones dentro del movimiento.
A pesar de los obstáculos, el feminismo de la primera ola logró importantes victorias, incluido el derecho al voto en varios países occidentales. Sin embargo, con la consecución de estos objetivos, la primera ola comenzó a perder impulso, dando paso a nuevas corrientes feministas centradas en la igualdad social y cultural.
Hoy, la primera ola del feminismo sigue siendo un legado de lucha y resistencia, recordándonos el poder del activismo y la determinación en la búsqueda de la igualdad de género.
Fotografía: Archivo.