Los hechos ocurrieron mientras Juan Parada se encontraba en el Templo de San José en compañía de su hija para documentar un evento social.
HISTORIASMX. – Un desafortunado incidente de robo tuvo lugar en el Templo de San José, ubicado en el corazón de la ciudad, cuando un valioso equipo fotográfico, con un valor estimado de más de 40 mil pesos, desapareció de las instalaciones. El afectado, el fotógrafo de eventos Juan Parada, solicita la ayuda de la ciudadanía y la intervención de las autoridades policiales para recuperar su herramienta de trabajo.
Los hechos ocurrieron mientras Juan Parada se encontraba en el Templo de San José en compañía de su hija para documentar un evento social. Para llevar a cabo su trabajo, colocó su mochila con equipo fotográfico en una de las bancas traseras del templo. Sin embargo, durante el transcurso de la misa, la mochila desapareció misteriosamente.
Al percatarse de la pérdida, Juan Parada inmediatamente informó a las autoridades y a la comunidad en general, pidiendo la colaboración de todos para recuperar su equipo fotográfico vital para su sustento. El equipo robado incluye una cámara Nikon 7000, cuatro lentes de diferentes tamaños, cargadores para cámaras, pilas, disparadores, flash, paquetes de pilas recargables, memorias y otros artículos relacionados con la fotografía.
«Les pedimos su ayuda para recuperar nuestro equipo; es nuestra herramienta de trabajo. Somos personas humildes que hemos luchado para tener nuestras pertenencias y avanzar en la vida a través de este oficio», expresó con desesperación Juan Parada.
Las cámaras de seguridad instaladas en el templo proporcionaron evidencia crucial del robo. En las imágenes, se observa a un individuo merodeando en la parte trasera del templo, revisando la mochila y, posteriormente, emprendiendo la huida con el equipo fotográfico valioso.
Las autoridades competentes, en colaboración con la comunidad, están trabajando para identificar y localizar al ladrón, con la esperanza de que el equipo fotográfico robado pueda ser recuperado y devuelto a su legítimo propietario, Juan Parada.
Fotografía: Cortesía.