Segundo ataque registrado contra fuerzas policiacas en Guadalupe y Calvo.
HISTORIASMX. – El pasado viernes, la Base de Operaciones Interinstitucional (BOI) desplegada en Guadalupe y Calvo atendió un reporte que derivó en una escalada de violencia: un vehículo calcinado y un ataque con explosivos lanzados desde drones en la localidad de El Carnero, cerca de la cabecera municipal.
Hallazgo de vehículo calcinado.
El reporte inicial llevó a las autoridades hasta un vehículo Chevrolet, línea Tahoe, modelo atrasado, completamente incinerado. Sin embargo, la inspección no pudo determinar los números de serie debido a los daños ocasionados por el fuego.
Ataque con drones.
Mientras el personal realizaba las diligencias en el lugar, fueron atacados con artefactos explosivos lanzados desde drones, lo que los obligó a retirarse de inmediato. En su repliegue, otros tres explosivos detonaron en el camino, sumando cuatro en total. Afortunadamente, ningún elemento resultó herido ni se reportaron daños materiales en las unidades.
Este incidente marca el segundo ataque similar en la región en un corto periodo. Días antes, en la comunidad de El Pinito, drones lanzaron explosivos contra fuerzas de la Guardia Nacional, causando daños en una unidad tras la caída de una rama derribada por una detonación.
Investigaciones y medidas de seguridad.
La Fiscalía General del Estado ha iniciado una investigación para determinar la procedencia de los drones y localizar a los responsables detrás de estos ataques. Asimismo, se trabaja en el reforzamiento de la seguridad en las comunidades afectadas, como El Carnero y El Pinito, donde la situación ha generado un clima de tensión e incertidumbre.
Llamado a la ciudadanía.
Ante estos hechos, las autoridades hacen un llamado a los habitantes de la región para que proporcionen información que pueda contribuir al esclarecimiento de los incidentes y la detención de los responsables. La cooperación ciudadana es clave para combatir esta ola de violencia que ha azotado la Sierra Tarahumara.
Estos incidentes destacan la creciente sofisticación de los ataques, con el uso de tecnología como drones para perpetrar actos de violencia, lo que representa un desafío importante para las fuerzas de seguridad en la región.