El análisis de los especimenes recolectados reveló la enorme biodiversidad de las barrancas. De las 121 familias de plantas registradas, muchas son monotípicas y monogénericas, mientras que otras presentan una diversidad de géneros y especies.
HISTORIASMX. – Las Barrancas del Cobre, ubicadas en la Sierra Madre Occidental, son una joya natural de México, especialmente en el estado de Chihuahua. Dominadas por una Selva Baja Caducifolia, también conocida como Bosque Tropical Caducifolio, estas barrancas se extienden por el suroeste de Chihuahua, tocando partes de Sonora y Sinaloa. A pesar de su aparente pequeñez en el mapa, representan un pilar esencial para la biodiversidad de la región.
Características de la Vegetación.
La Selva Baja Caducifolia es característica de climas cálidos, y sus especies arbóreas pierden sus hojas durante la época seca del año, que puede durar hasta seis meses. Este tipo de bosque se encuentra principalmente en laderas y fondos de barrancos, a altitudes que van desde los 300 hasta los 2,000 metros sobre el nivel del mar.
Entre los géneros de plantas que dominan el paisaje, se encuentran Lysiloma, Ceiba, Ficus, Bursera, Celtis, Acacia, y Quercus, por mencionar algunos. Estas plantas constituyen tanto el estrato arbóreo como el herbáceo, que incluye géneros como Panicum, Paspalum, y Eragrostis.
Estudios Florísticos.
A pesar de que la mayoría de los estudios se han centrado en la Alta Tarahumara debido a su accesibilidad, investigaciones en las barrancas han revelado una asombrosa diversidad florística. Estudios previos, como el de Laferriere (1994) en Nabogame, han registrado unas 600 especies de plantas vasculares. Spellenberg et al. (1996) documentaron más de 800 especies en la región de Candameña.
Suelo y Clima.
El clima en las Barrancas del Cobre es semiseco y cálido, con una temperatura que varía desde los 10.5°C en las partes más altas hasta 39°C en las más bajas. La precipitación oscila entre los 1,200 mm en altitudes superiores y 550 mm en altitudes inferiores.
El suelo en las partes bajas está dominado por feozem haplico y cambisol crómico, mientras que en las partes altas predomina el litosol y rigosol eútrico. Estos suelos son formaciones in situ, delgados y de textura pedregosa, reflejando las condiciones geológicas de la región.
Geología e Hidrología.
Las Barrancas del Cobre son parte de la Provincia Fisiográfica de la Sierra Madre Occidental, extendiéndose hacia el noroeste desde la frontera con los Estados Unidos. Esta región está caracterizada por laderas escarpadas y mesetas constituidas principalmente por rocas piroclásticas.
Hidrológicamente, las barrancas pertenecen a la Región Hidrológica 10 (RH10-SINALOA), con aguas que fluyen hacia el Océano Pacífico. La Cuenca del Río Fuerte, una de las tres principales cuencas, drena el agua de las barrancas, contribuyendo significativamente al suministro hídrico del estado de Sinaloa.
Diversidad Vegetal.
La vegetación en las barrancas varía desde bosques de encinos en las partes más altas hasta matorrales y bosques ribereños en las partes bajas. Las especies como Quercus arizonica, Acacia farnesiana, y Lysiloma divaricatum adaptan su crecimiento a las condiciones del suelo y clima.
Metodología del Estudio.
La investigación de la biodiversidad de las Barrancas del Cobre se llevó a cabo estableciendo 18 sitios de colecta distribuidos en las barrancas de Batopilas y Urique. Utilizando sistemas de posicionamiento global (GPS), cada especie fue georreferenciada y colectada en función de su gradiente altitudinal, tipo de vegetación y accesibilidad.
Resultados y Discusión.
El análisis de los especimenes recolectados reveló la enorme biodiversidad de las barrancas. De las 121 familias de plantas registradas, muchas son monotípicas y monogénericas, mientras que otras presentan una diversidad de géneros y especies. Familias como Moraceae y Bignoniaceae están confinadas principalmente a las partes medias o bajas de las barrancas, reflejando la elasticidad de las especies para adaptarse a diferentes altitudes y condiciones climáticas.
El estudio de las Barrancas del Cobre no solo destaca la riqueza florística de la región, sino que también subraya la importancia de continuar investigando y conservando esta biodiversidad. Las barrancas, con sus profundas conexiones geológicas, hidrológicas y ecológicas, ofrecen un microcosmos de la riqueza natural de México y representan un campo fértil para futuras investigaciones científicas.