La UMA se localiza a la entrada de la población, en la colonia San Francisco, a 30 minutos de Hidalgo del Parral. Esta área, donde antaño residían empleados de confianza de la minera, se ha convertido en un destino turístico natural visitado por miles de personas al año.
HISTORIASMX. – Aproximadamente 125 animales distribuidos en 150 hectáreas dan vida a una reserva natural en el municipio minero de San Francisco del Oro, Chihuahua.

Entre los habitantes de este santuario se encuentran pumas, jaguares, venados, ciervos, aves, panteras negras y un león africano. Todos ellos reciben cuidados en la Unidad de Manejo Ambiental (UMA), un proyecto impulsado por la empresa minera Frisco, que ha mantenido este espacio como un hábitat seguro para la fauna y un punto de esparcimiento gratuito para la población del sur del estado.
Un Viaje a la Naturaleza Salvaje
La UMA se localiza a la entrada de la población, en la colonia San Francisco, a 30 minutos de Hidalgo del Parral. Esta área, donde antaño residían empleados de confianza de la minera, se ha convertido en un destino turístico natural visitado por miles de personas al año.

Al llegar, los visitantes deben dejar sus vehículos en el exterior y adentrarse a pie en el refugio. La bienvenida la da Cuarzo, un majestuoso león africano de más de 100 kilos, que llegó el 25 de febrero desde la Ciudad de México y se ha convertido en el principal atractivo del santuario. Para ingresar solo es necesario registrarse en la entrada.
El Cuidado de los Animales
La reserva cuenta con personal sindicalizado asignado al cuidado de los animales. Desde temprano, los empleados se encargan de su alimentación y bienestar, asegurando que cada especie reciba los cuidados necesarios.
El recorrido inicia con áreas destinadas a patos y conejos, y poco a poco los visitantes descubren espacios más grandes donde residen jaguares, pumas, venados y aves rapaces. Entre los jaguares destacan Jauri, Pirita, Pizarra, Kira, Ágata y Galena, algunos de los cuales han nacido en la reserva y fueron nombrados mediante una convocatoria escolar.

Los felinos habitan en jaulas protegidas con doble malla y son alimentados con carne de caballo y burro, adquirida con los ganaderos locales y procesada en el Rastro Municipal de San Francisco del Oro.

Entre los pasillos de la reserva también se encuentra una pareja de pumas, rescatados hace más de 10 años en el municipio de Valle de Zaragoza. Mientras tanto, en espacios abiertos se observa una manada de venados, que han logrado reproducirse y adaptarse exitosamente al entorno.
Jesús Rivas: El Guardián de la UMA
Uno de los encargados del cuidado diario es Jesús Rivas, conocido entre sus compañeros como «Chu». Él supervisa la alimentación de los animales y el mantenimiento del refugio.

Explica que la entrada al público inicia a las 9:00 a.m. y el último acceso se permite hasta las 3:00 p.m., ya que el santuario cierra sus puertas a las 4:00 p.m.. Desde dos horas antes, el personal se prepara para recibir a los visitantes y asegurarles una experiencia enriquecedora.
Un Espacio para la Educación y la Conservación
La reserva natural también funge como centro educativo, recibiendo grupos de escuelas provenientes de Chihuahua, Aldama, Parral y otras regiones del estado. Además, personas de diferentes partes de México han visitado el santuario, ya sea por recomendaciones o tras conocerlo en redes sociales e internet.

Algunas crías nacidas en la reserva han sido donadas a zoológicos nacionales, como el de Chapultepec y Monclova, fortaleciendo programas de conservación.
Una Extensión Inmensa de Naturaleza Protegida
Luis Gonzalo Mata destaca que, además de las 150 hectáreas de la UMA, la empresa minera Frisco protege una zona montañosa donde venados en estado salvaje se desplazan libremente. Aunque no pueden ser visitados de cerca, pueden observarse desde puntos estratégicos dentro de la reserva.

Además, ejidatarios de la región han asumido un papel fundamental en la protección de la fauna, sumándose a los esfuerzos de la minera para preservar el ecosistema del municipio.
Un Refugio de Esperanza para la Fauna Silvestre
La Unidad de Manejo Ambiental de San Francisco del Oro se ha convertido en un símbolo de conservación y compromiso social, ofreciendo un hogar seguro a especies en riesgo, mientras brinda a los habitantes y turistas la oportunidad de conocer y valorar la vida silvestre de la región.

Gracias al trabajo de cuidadores, veterinarios y ambientalistas, esta reserva sigue creciendo y reforzando su misión de proteger y educar, consolidándose como uno de los mayores atractivos naturales de Chihuahua.
Por: Gorki Rodríguez.