La sobreexplotación de los mantos acuíferos en el estado ha puesto en el centro del debate la necesidad de adoptar cultivos menos demandantes de agua.
HISTORIASMX. – Un proyecto inmobiliario de la industria privada, respaldado con factibilidades legales del Gobierno Local, busca construir un desarrollo habitacional tipo campestre que incentive a más de 100 familias a dedicarse al cultivo del olivo en una superficie de 120 hectáreas. Este cultivo promete consumir hasta un 80% menos agua que el nogal, situándose como una opción sostenible para una región donde los mantos acuíferos permanecen sobreexplotados.
Contexto hídrico en Chihuahua
La sobreexplotación de los mantos acuíferos en el estado ha puesto en el centro del debate la necesidad de adoptar cultivos menos demandantes de agua. En la región de Parral, los nogales, que dominan los paisajes agrícolas, consumen millones de litros de agua anualmente. Este escenario ha impulsado alternativas como el cultivo del olivo, que no solo consume menos agua, sino que también tiene un rendimiento más alto por hectárea.
«Hacienda de Talamantes»: un proyecto integral
Carlos Alberto Ulloa Schaefer, empresario local y líder del proyecto «Hacienda de Talamantes,» compartió detalles sobre este desarrollo eco-residencial ubicado en Valle de Allende, a menos de 30 minutos de Hidalgo del Parral. En su primera etapa, el proyecto contempla 114 lotes habitacionales con superficies de entre 2,500 y 10,000 metros cuadrados, así como 125 hectáreas destinadas al cultivo de olivos.
Entre las características destacadas del desarrollo se encuentran:
- Acceso controlado y vialidades amplias.
- Áreas de esparcimiento como parques, ciclovías, gimnasio, y una casa club.
- Infraestructura sostenible enfocada en la reutilización de agua pluvial y construcciones eficientes.
Consumo hídrico del olivo
Una de las principales ventajas del olivo es su bajo consumo de agua comparado con el nogal. Cada árbol de olivo consume aproximadamente 6,000 litros de agua al año, mientras que un nogal requiere hasta 30,000 litros anuales. En términos de hectáreas, el olivo necesita alrededor de 2.4 millones de litros de agua por hectárea al año, frente a los 12 millones de litros que demanda el nogal en el mismo periodo.
Este diferencial hídrico representa un uso cinco veces más eficiente del agua por parte del olivo, posicionándolo como una solución viable para zonas áridas y semidesérticas como Chihuahua.
Productividad y rentabilidad
Además de su bajo consumo hídrico, el olivo ofrece un rendimiento superior. Mientras que el nogal produce aproximadamente 1.39 toneladas de nueces por hectárea, el olivo puede generar hasta 4.51 toneladas de aceitunas en la misma extensión. Este alto rendimiento se traduce en una mayor rentabilidad económica y sostenibilidad para los productores.
De acuerdo con el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), la producción nacional de olivos generó 23,653 toneladas en una superficie sembrada de 5,884 hectáreas, con un valor estimado de 356 millones de pesos. Los principales estados productores son Baja California y Sonora.
Un modelo de desarrollo sostenible
«Hacienda de Talamantes» también busca revitalizar prácticas tradicionales como la producción de aceite de oliva, conservas, y otros derivados. El proyecto apuesta por la captación y reutilización de agua pluvial, la integración de energías limpias y la convivencia con la naturaleza.
Según Ulloa Schaefer, este modelo podría inspirar a otros municipios a adoptar estrategias similares para enfrentar la crisis hídrica, al tiempo que se fomenta la colaboración comunitaria y la creación de empleos.
Legado histórico del olivo en México
El olivo, junto con la vid, fue introducido a México por misioneros franciscanos en el siglo XVIII. A pesar de su prohibición y destrucción bajo mandato del rey Carlos III en 1774, su legado ha perdurado. Hoy, plantas centenarias en diversas partes del mundo atestiguan su capacidad de producir frutos durante cientos de años.
«Este proyecto busca no solo restaurar esos cultivos, sino también los valores e ideales que llegaron con ellos desde el viejo continente,» concluyó Ulloa Schaefer.
En resumen, el cultivo del olivo no solo ofrece una alternativa sostenible frente a los nogales, sino que también representa una oportunidad de desarrollo económico y revitalización cultural para Chihuahua. La «Hacienda de Talamantes» es un ejemplo de cómo se puede integrar la sostenibilidad con el desarrollo habitacional y agrícola en una región que necesita urgentemente soluciones innovadoras.