En una región conocida por su vasta extensión desértica y su rica historia geológica, se han realizado hallazgos sorprendentes que arrojan luz sobre el pasado remoto de la tierra.
HISTORIASMX. – Entre los municipios de Ojinaga, Coyame del Sotol y Aldama, se han descubierto 17 áreas dispersas con muestras de fósiles que podrían precisar los límites del mar durante el período Cretácico en esta región del planeta. Estos hallazgos fueron revelados en un comunicado reciente por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Fósiles Marinos del Cretácico.
La mayoría de los fósiles localizados son marinos y corresponden a animales invertebrados, tales como diversas especies de conchas, caracoles y amonites. Estos descubrimientos sugieren la presencia de un antiguo mar que cubría la región durante el Cretácico, hace entre 70 y 95 millones de años.
El Hadrosaurio y su Paleoambiente.
Uno de los descubrimientos más notables en Aldama incluye fragmentos de metatarso de un dinosaurio de la familia de los hadrosáuridos, junto a madera fosilizada.
La antigüedad de estos especímenes es la misma que la de los fósiles marinos, lo que indica que la madera y los restos óseos del hadrosaurio probablemente pertenecen a un paleoambiente de playa o delta. Este hallazgo proporciona una visión fascinante de los ecosistemas que existieron en la región durante el Cretácico.
Impacto en la Infraestructura Moderna.
Estos descubrimientos fueron el resultado de recientes trabajos de prospección arqueológica realizados por el INAH debido a la introducción de un gasoducto. El director del Centro INAH-Chihuahua, Jorge Carrera, informó que todos los materiales hallados durante la obra fueron registrados y que se continuará la supervisión para determinar si las áreas con fósiles constituyen localidades paleontológicas formales o son depósitos superficiales aislados.
Debido a la importancia de estos hallazgos, se ha solicitado una «adecuación a la trayectoria del gasoducto» para no afectar las áreas donde se encuentran las muestras fósiles.
Descubrimientos del Pleistoceno.
En una de las áreas fósiles localizada en el perfil de una grieta formada por la erosión, se descubrieron restos de fauna del Pleistoceno.
Estos incluyen fragmentos de huesos largos y vértebras de caballo y camello prehistóricos con una antigüedad de entre 12 mil y 14 mil años. Estos hallazgos ofrecen una ventana al pasado más reciente y proporcionan información valiosa sobre la fauna que habitó la región durante esa época.
Un Sitio Arqueológico en Aldama.
En Aldama, se encontró un área con concentraciones de material que parece ser un sitio arqueológico del tipo campamento, donde no hay arquitectura, sino solo vestigios de material prehistórico.
Estos incluyen puntas de proyecto, restos de herramientas de piedra y cerámica lisa, conchas, fragmentos de cuchillos y tres posibles fogones. Por las características de la lítica, se calcula que la antigüedad del campamento data de entre 800 y 1,000 años.
Continuación de los Trabajos de Supervisión y Rescate.
El arqueólogo responsable de los trabajos, Enrique Chacón, investigador del Centro INAH-Chihuahua, informó que los trabajos de supervisión comenzarán pronto y se seguirán los trámites correspondientes para el rescate de las piezas halladas. Este proceso es crucial para preservar y estudiar adecuadamente los restos fósiles y arqueológicos, garantizando que estos tesoros del pasado no se pierdan debido a la actividad moderna.
Los recientes descubrimientos en el desierto de Chihuahua no solo enriquecen nuestro conocimiento sobre el pasado geológico y biológico de la región, sino que también resaltan la importancia de equilibrar el desarrollo moderno con la preservación del patrimonio histórico y natural. Estos hallazgos fascinantes subrayan la rica historia que yace bajo nuestros pies y nos invitan a seguir explorando y protegiendo nuestro legado compartido.
Por: Gorki Rodríguez.