Hasta el momento, solo se tenían algunos registros de huellas de esta especie en el área, pero con la ayuda de cámaras trampa estratégicamente ubicadas en arroyos, ríos y cuerpos de agua de difícil acceso, se lograron captar las primeras imágenes de este ejemplar.
HISTORIASMX. – En un emocionante hallazgo, el Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) Tutuaca, en Chihuahua, ha sido testigo de un momento histórico para la conservación de la vida silvestre en México. Gracias al monitoreo biológico implementado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), se ha detectado por primera vez la presencia de una nutria de río (Lontra longicaudis) dentro de esta área protegida.
Hasta el momento, solo se tenían algunos registros de huellas de esta especie en el área, pero con la ayuda de cámaras trampa estratégicamente ubicadas en arroyos, ríos y cuerpos de agua de difícil acceso, se lograron captar las primeras imágenes de este ejemplar. Además de la nutria, las cámaras también han revelado la presencia de otros carnívoros como coatí, mapache, zorra gris y cacomixtle.
Estas acciones de monitoreo no solo permiten recabar información valiosa sobre la biodiversidad de la zona, sino también obtener evidencia de especies catalogadas como amenazadas según la NOM-059-SEMARNAT 2010. El personal de CONANP, apoyado por brigadas de monitoreo biológico y recursos del Programa de Conservación para el Desarrollo Sostenible (PROCODES) y el Programa de Vigilancia Comunitaria (PROVICOM), juega un papel crucial en estas tareas de rastreo de especies.
La nutria de río, caracterizada por su cuerpo alargado, extremidades cortas y cola larga y gruesa que sirve de timón, es una especie que se alimenta principalmente de peces, anfibios y moluscos acuáticos. Sin embargo, enfrenta diversas amenazas, incluida la contaminación de cuerpos de agua, la fragmentación de su hábitat y la cacería.
El descubrimiento de esta nutria en el Área de Protección de Flora y Fauna Tutuaca resalta la importancia de conservar y proteger estos ecosistemas. Esta área, que abarca una extensión de 436,985 hectáreas y cuenta con bosques de pino, encino y pastizal, fue decretada como Reserva Forestal Nacional y Zona de Refugio de la Fauna Silvestre en 1937. Reconocida por los servicios ambientales que brinda a las comunidades locales, como la captación de agua que alimenta los cauces del Río Tutuaca, esta área también alberga especies emblemáticas como la trucha aparique, el bagre y el castor.
Ante las amenazas que enfrenta la nutria de río y otros habitantes de este ecosistema, es fundamental que las comunidades que viven cerca de los cuerpos de agua se involucren en el manejo adecuado de la basura y otras sustancias contaminantes. Solo así podremos garantizar la supervivencia de estas especies y la preservación de nuestro invaluable patrimonio natural.
Fotografía: CONAMP.