En Los Carrizos, se identificaron 10 adolescentes con estudios interrumpidos.


HISTORIASMX. –
En los asentamientos indígenas de Los Carrizos, San Andrés y El Venadito, la falta de recursos económicos en los hogares ha dejado a 27 menores de edad sin la oportunidad de continuar sus estudios en los niveles de secundaria y preparatoria. El gobernador de los albergues, Ramón Rocha, ha expresado su preocupación por la situación y busca soluciones para reintegrar a estos jóvenes al sistema educativo.

En Los Carrizos, se identificaron 10 adolescentes con estudios interrumpidos, siendo seis en el nivel de secundaria y cuatro en preparatoria. En El Venadito, cuatro menores no pueden acceder a la secundaria, y otros cuatro enfrentan el mismo desafío en el bachillerato. Por último, en San Andrés, se reporta un total de diez adolescentes con estudios truncos, siendo cuatro en secundaria y seis en preparatoria.

La razón detrás de este rezago educativo se atribuye a la falta de recursos económicos en las familias de estos asentamientos indígenas. En muchos casos, los jóvenes se han visto obligados a abandonar las aulas para emplearse, algunos incluso desempeñándose como recolectores o pepenadores en el basurero municipal para contribuir al sustento de sus hogares.

Ramón Rocha, el gobernador de los albergues, ha destacado la importancia de abordar este desafío y está trabajando en estrecha colaboración con representantes de los albergues indígenas. Su objetivo es lanzar un proyecto educativo que permita el retorno de estos estudiantes a las instituciones educativas, proporcionando alternativas y apoyo para asegurar que la falta de recursos no sea un obstáculo insuperable para su educación.

«Estamos coordinando acciones con el Gobierno Municipal para ver las alternativas que se les pueden brindar a los jóvenes para que no abandonen sus estudios en los niveles de secundaria y preparatoria», afirmó el gobernador Rocha. La comunidad se mantiene a la espera de medidas concretas que garanticen un acceso equitativo a la educación y un futuro más prometedor para estos jóvenes indígenas.

Fotografía: INPI.

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