Habitantes de diversas localidades cercanas al Río Chuviscar han denunciado la creciente contaminación del afluente, señalando la presencia de aguas turbias, desechos industriales y malos olores. Exigen a las autoridades una solución inmediata ante lo que consideran una crisis ambiental.
HISTORIASMX. – En las últimas semanas, pobladores de las comunidades cercanas al Río Chuviscar han reportado un aumento en la contaminación del cauce. Residuos químicos, basura y un color oscuro en el agua han despertado la alarma entre quienes dependen del río para diversas actividades cotidianas.
Comunidades afectadas y testimonios
Los habitantes de Santa Eulalia, Aldama y Chihuahua capital han sido los principales afectados por esta problemática. Juan Morales, vecino de la zona, expresó su preocupación:
«El agua ya no es la misma de antes. Ahora huele mal y hemos visto peces muertos flotando. Nadie nos dice qué está pasando realmente.»
Otro residente, María López, señaló que los niños han presentado irritaciones en la piel tras entrar en contacto con el agua.
Posibles fuentes de contaminación
Investigaciones preliminares apuntan a descargas de aguas residuales y desechos industriales como los principales responsables del deterioro del río. Fábricas y plantas de tratamiento cercanas han sido señaladas por los pobladores como posibles culpables.
El activista ambiental Roberto Sánchez declaró:
«Llevamos años denunciando que las empresas vierten sustancias sin regulación, pero las autoridades siguen sin hacer nada.»
Exigencias y respuesta gubernamental
Los afectados han solicitado a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) que realicen una inspección exhaustiva y sancionen a los responsables.
Por su parte, el Gobierno Estatal ha asegurado que se están realizando estudios para determinar el grado de contaminación y sus posibles orígenes. Sin embargo, los ciudadanos exigen acciones inmediatas y no solo promesas.
Conclusión
Mientras las autoridades analizan la situación, el Río Chuviscar sigue deteriorándose, poniendo en riesgo tanto el ecosistema como la salud de quienes dependen de él. Los pobladores han advertido que, de no obtener respuestas claras, tomarán medidas más drásticas para ser escuchados.