Historias. – A finales del año de 1967 y principios de 1970, el tercer y último grupo de miembros del grupo guerrillero, Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR), que operó en México durante la época de los 70´s y parte de los 80´s, integrado por 4 mujeres y 22 hombres, de los cuales siete eran originarios del estado de Chihuahua: Armando Gaytán Saldívar, Herminia Gómez Carrasco, Juan Chávez de la Rocha, Elda Nevárez Flores, Luis Antonio Alvarado Martínez, Cadena y ¨Pedro¨. Viajan a entrenamiento político-militar a Corea del Norte.  

La primera cita de un año de entrevistas a miembros sobrevivientes que pertenecieron a lo que fue el grupo guerrillero, Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR), fue en la región de la Laguna, en el intenso calor del desierto. Lugar en donde me entrevistaría con Juan Chávez de la Rocha y Elda Nevares.  

Acuartelados entre las cuatro paredes de la sala de una casa, con imágenes y dibujos de miembros del MAR, caídos a manos de las Guardias Blancas, Dirección Federal de Seguridad y el Ejército, la entrevista dio inicio la tarde de un verano del 2019; con una primera intervención de Juan Chávez quien platicó sobre las condiciones sociales y económicas que imperaban en México durante los años 50´s y 60´s, y que orillaron no solo al MAR, también a muchos grupos guerrilleros que surgieron a partir de asalto al cuartel de Madera en Chihuahua.  

Entre la lucha de dos grandes potencias e ideologías, capitalismo con E.U.A. y comunismo con la URSS, conocida como la Guerra Fría, conflicto que influyó en la política mexicana. Una serie de eventos en México, orillo a estudiantes a formar el MAR, -en 1952, Miguel Henríquez Guzmán contendiente a la presidencia de México, denunciando fraude electoral en las elecciones; en 1956, los soldados toman por la fuerza el Instituto Politécnico Nacional (IPN), en especial el internado, echando a la calle decenas de jóvenes de escasos recursos, durante ese mismo año se forma el Movimiento Revolucionario del Magisterio (..) en 1964 Genaro Vázquez Rojas llama a la conformación de comités de lucha; en 1965 surge el primer movimiento guerrillero en el norte del país, en ciudad Madera Chihuahua con Arturo Gámiz y finalmente el 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco Ciudad de México, el presidente en turno, Gustavo Díaz Ordaz, mandó al ejército a reprimir violenta y sangrientamente la manifestación-, último suceso  que derramo la gota.  

Casi al anochecer y bajo el aire fresco de un ventilador, Juan Chávez revela que dadas las condiciones sociales y políticas en que se encontraba el país, cuatro estudiantes de origen mexicano que cursaban diferentes estudios en la Universidad de la Amistad de los Pueblos Patricio Lumumba, ubicada en Moscú, se reúnen para discutir el ¿Qué hacer para cambiar las condiciones que imperaban en México?, acordando abandonar los estudios y viajar de nuevo a México, para comenzar con el reclutamiento de personas para formar el MAR.  

Fernando Pineda, escritor del libro, En las Profundidades del MAR: El Oro no Llegó de Moscú, platica que “inicialmente la organización fue conformada por Alejandro López Murillo, Leonardo Mendoza Sosa, Camilo Estrada Luviano y Fabricio Gómez Souza, agregándose después otros 5 integrantes.   

En la búsqueda de ayuda internacional. 

Una vez en México, los iniciadores del Movimiento de Acción Revolucionaria comienzan a buscar ayuda internacional, platica Fernando Pineda Ochoa, en aquella casa de la Laguna a la cual llegó días más adelante, después de realizar la primera entrevista con Juan Chávez de la Rocha, revelando que, “La búsqueda de ayuda internacional comienza dirigiéndose a Cuba, de donde les comunican que no pueden ayudarlos por la relación que existe con México, ya que es de los pocos países que sostuvieron relaciones diplomáticas después del triunfo de la revolución Cubana encabezada por el movimiento 26 de Julio; luego Vietnam; China y finalmente la República Popular Democrática de Corea, de donde reciben un mensaje positivo, país que acepta solidarizarse con el pequeño grupo de guerrilleros mexicanos, que tenían por nombre el Movimiento de Acción Revolucionaria.  

Dos delegados del MAR, Fabricio Gómez y Octavio alias “Julio”, fueron los encargados de llevar a cabo las negociaciones de la solicitud de ayuda al país de Corea del Norte ante los representantes coreanos.  

El primer grupo en viajar a Corea del Norte estaba integrado por diez elementos, durante el año de 1968, viajando de manera alterna para no ser detectados o levantar sospechas. Su entrenamiento dura 6 meses.  

Asimismo, durante el año de 1969, viaja el segundo grupo, integrado por 26 elementos de los cuales dos eran mujeres: Marisol y Martha Cisneros. El entrenamiento dura 11 meses, especializándose en dos áreas, la de comunicación y demolición.  

De Chihuahua a Corea del Norte.  

“El encargado del reclutamiento en el estado de Chihuahua fue, Paulino Peña Peña, quien a su llegada al estado grande se dirige con Herminia Gómez, para proponerle ingresar al Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR). Ésta a su vez, recomienda a Armando Gaytán, quien extiende la invitación a Juan Chávez y Elda Nevárez, quienes de inmediato aceptaron” comenta Juan Chávez.  

Una vez conformado el tercer y último grupo, rememora Elda Nevares, este estaba “conformado por 4 mujeres y 22 hombres; en total 26 elementos, quienes viajan a finales del año 1969 y principios de 1970. Del total de los elementos, siete eran originarios del Estado de Chihuahua: Armando Gaytán Saldivar, Herminia Gómez Carrasco, Juan Chávez de la Rocha, Elda Nevárez Flores, Luis Antonio Alvarado Martínez, Cadena y ¨Pedro¨. Su entrenamiento dura 6 meses, tiempo que es compartido con el segundo grupo.  

Una nueva ronda de entrevistas, pero en la ciudad de Chihuahua, arrojaron más detalles sobre el viaje, el cual relata Armando Gaytán, se hizo en escalas y grupos pequeños, la primera parada fue en Alemania, después Moscú, la Siberia Soviética Irkutsk y finalmente Corea del Norte.  

A la llegada al centro de entrenamiento en Corea del Norte, platica Juan Chávez, “Nos bajamos del automotor, asombrados por lo que estábamos viendo, pero a la vez con la pregunta de si en ese lugar había gente, cuando de las profundidades de la oscuridad una cuadrilla de uniformados, con pistola al cinto, cargadores y todo el equipo que una militar porta, surgieron de la nada, y escuchamos una voz de mando que decía: atención, firmes, ya. Entonces nos dimos cuenta de que una mujer era la que lideraba aquel grupo de uniformados y que, aunque ya estábamos en Corea, aquellos militares no eran coreanos. Los compañeros que pertenecían al grupo anterior a nosotros rompieron filas, nos saludaron y abrazaron. Las voces se confundían, pero lo que más claro escuchábamos era “compañeros como están, bienvenidos”…   

Fotografía: Historias / Gorki Rodríguez.

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