La sequía del año 2023 exacerbó la crisis, obligando a un considerable aumento de familias a abandonar sus hogares en busca de oportunidades en las ciudades.

HISTORIASMX. – En la región serrana del estado de Chihuahua, la pobreza extrema ha alcanzado niveles alarmantes, desencadenando una creciente migración de familias indígenas a las zonas urbanas. Lamentablemente, este éxodo en busca de oportunidades no solo no garantiza una mejora en la calidad de vida, sino que también sumerge a muchos en las garras de las adicciones, especialmente el alcoholismo.

El párroco de Creel, Joel Cruz González, ha sido testigo durante más de 40 años de las condiciones precarias que enfrentan los indígenas debido a la falta de oportunidades en educación, empleo y alimentación. La carencia de alimentos y condiciones laborales dignas impulsa a estas comunidades a migrar a ciudades como Cuauhtémoc, Chihuahua, Juárez, Parral y Delicias en busca de una vida mejor. Sin embargo, la dura realidad en las urbes a menudo resulta más desafiante que la situación que dejaron atrás en sus lugares de origen.

La sequía del año 2023 exacerbó la crisis, obligando a un considerable aumento de familias a abandonar sus hogares en busca de oportunidades en las ciudades. Muchos, al no encontrar solución a sus problemas, caen en las adicciones como una manera de escapar de la dura realidad marcada por el hambre.

A pesar de que algunas zonas en la sierra lograron obtener una pequeña producción de alimentos como maíz y hortalizas, el presbítero Cruz advierte que las condiciones podrían empeorar durante la temporada de primavera, cuando escasean aún más los recursos alimenticios.

El apoyo del gobierno y de organizaciones altruistas, aunque presente, no es suficiente para mitigar las necesidades de los indígenas, especialmente aquellos que residen en áreas remotas de la sierra Tarahumara, donde carecen de lo esencial, como alimentos y atención médica.

El párroco también destacó otro aspecto crítico de la región serrana: el daño severo al ecosistema. La tala inmoderada de bosques y la contaminación de cuerpos de agua por desechos de compañías mineras han provocado una crisis ambiental que se suma a los problemas de salud de los pobladores.

La situación en la región serrana de Chihuahua clama por una atención urgente, con la esperanza de que se implementen soluciones efectivas para abordar tanto la crisis humanitaria como la degradación ambiental que amenazan la vida de estas comunidades indígenas.

Fotografía: Gobierno de México.

Por historias