En las profundidades del misterioso Ojo de Dolores, ubicado en el idílico municipio de Jiménez, Chihuahua, existe un pez único endémico, la Gambusia hurtadoi, una joya acuática que ha dejado a todos boquiabiertos.
HISTORIASMX. – Conocida comúnmente como el Guayacón de Dolores o crescent gambusia, esta especie endémica de México es un verdadero tesoro nacional. Las hembras de esta especie presentan una característica distintiva: una barra ancha y negra, seguida por una raya azul celeste en su parte inferior. Sus aletas dorsal y anal, al igual que en los machos, exhiben un deslumbrante tono amarillo, creando un espectáculo de colores único en su especie.
Este asombroso hallazgo fue documentado por los biólogos Hubbs, Clark y V. G. Springer en 1957, y desde entonces ha cautivado la imaginación de todos aquellos que se han encontrado con esta maravilla de la naturaleza. Endémica del río Conchos, la Gambusia hurtadoi ha encontrado su hogar en el Ojo de Dolores y los canales de riego cercanos, donde prospera en un hábitat de aguas claras y cálidas.
Pero la belleza de la Gambusia hurtadoi va más allá de su apariencia. Esta especie ovovivípara, que se reproduce durante todo el año, desempeña un papel crucial en el ecosistema acuático. Principalmente carnívora, se alimenta de insectos y otros invertebrados, ayudando a mantener el equilibrio natural de su entorno.
Además, los machos de Gambusia hurtadoi exhiben comportamientos sociales fascinantes. Establecen jerarquías marcadas, compitiendo ferozmente por el derecho de apareamiento y mostrando una coloración distintiva para enfatizar su estatus dominante.
Sin embargo, a pesar de su belleza y su importancia ecológica, la Gambusia hurtadoi enfrenta amenazas significativas en su hábitat natural. Clasificada como una especie amenazada según SEDESOL y en Peligro por la NOM, su conservación es una tarea urgente que requiere la atención de todos.
Este descubrimiento extraordinario nos recuerda la riqueza y diversidad de la vida en nuestro planeta, y nos insta a proteger y preservar las maravillas que se encuentran en nuestras propias aguas dulces. La Gambusia hurtadoi, con su belleza deslumbrante y su papel vital en el ecosistema acuático, nos inspira a cuidar y valorar el rico patrimonio natural que tenemos el privilegio de compartir.