“Buscaron la forma de salir a escondidas, por miedo y debido a la falta de apoyo de las autoridades locales”, señalaron, haciendo referencia a la ausencia de medidas por parte de la presidenta municipal y otros funcionarios para proteger a las comunidades afectadas.
HISTORIASMX. – El Colectivo Nuevo Amanecer, ante la creciente problemática del desplazamiento forzado en el municipio de Guadalupe y Calvo, está buscando un acercamiento con instancias internacionales como la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), con el objetivo de generar presión sobre los gobiernos para impulsar nuevas políticas y brindar una atención integral a las víctimas de esta crisis humanitaria.
El colectivo expresó su preocupación por el aumento de la violencia en la zona serrana, la cual ha generado que numerosas familias de distintas comunidades del municipio se vean obligadas a abandonar sus hogares. “Estaremos pidiendo que ACNUR nos ayude en este tema, ya que familias han sido obligadas a salir de sus hogares por la inseguridad en esta zona serrana”, comentó un representante del grupo.
Un problema que no se puede ignorar
El desplazamiento forzado ha afectado gravemente a las comunidades de Guadalupe y Calvo, un municipio que se encuentra bajo el foco rojo debido a la acción de grupos delincuenciales que han despojado a las familias de sus tierras y hogares. El Colectivo Nuevo Amanecer lleva un registro de los casos de desplazamiento, pero la situación ha escalado a tal punto que se necesita apoyo de instancias internacionales para hacer frente a la crisis.
“El desplazamiento forzado es un problema que está presente y no se puede negar”, señalaron, explicando que las familias viven con miedo, algunas ya han huido lejos de sus hogares y otras permanecen sin poder regresar debido a las amenazas del crimen organizado.
Solicitando apoyo de ACNUR y la ONU
Ante esta situación, el Colectivo Nuevo Amanecer se prepara para solicitar un acercamiento con ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, con el fin de coordinar acciones para la atención de las víctimas y para que se inste a los gobiernos locales y nacionales a implementar nuevas políticas que aborden la problemática del desplazamiento forzado.
“Es urgente que se generen acciones concretas, ya que las familias están perdiendo todo: sus hogares, sus tierras, y la posibilidad de una vida en paz. ACNUR puede ser clave en garantizar la protección de estas personas, obligadas a huir por la violencia en sus comunidades”, explicaron.
Guadalupe y Calvo, el epicentro de la crisis
El municipio de Guadalupe y Calvo ha sido identificado como el epicentro de esta crisis de desplazamiento forzado. Comunidades como Santo Domingo y Cinco Llagas han visto un aumento alarmante en los niveles de inseguridad, lo que ha llevado a un éxodo forzado de muchas familias. Los integrantes del colectivo recordaron el reciente caso de 20 personas de etnia Odame, quienes salieron del municipio por sus propios medios, debido al temor que genera el crimen organizado.
“Buscaron la forma de salir a escondidas, por miedo y debido a la falta de apoyo de las autoridades locales”, señalaron, haciendo referencia a la ausencia de medidas por parte de la presidenta municipal y otros funcionarios para proteger a las comunidades afectadas.
Un llamado urgente a la acción
El Colectivo Nuevo Amanecer sigue con su labor de seguimiento y apoyo a las familias desplazadas, pero destacan que la magnitud del problema requiere acciones internacionales. La solicitud de colaboración con ACNUR es parte de una estrategia para buscar soluciones a largo plazo y asegurar que los gobiernos actúen de manera efectiva.
“La delincuencia se ha apoderado de este municipio y las comunidades están quedando vacías”, señalaron. En este contexto, la atención integral a las víctimas, así como la implementación de políticas que aborden la causa estructural de la violencia, son claves para evitar que esta crisis se siga agravando.
El Colectivo Nuevo Amanecer continúa trabajando para visibilizar el problema del desplazamiento forzado y asegura que no dejará de alzar la voz hasta que las familias desplazadas reciban la atención que merecen.