El tigre de Tasmania, conocido como el único superdepredador marsupial de Australia, se extinguió debido a la caza humana, las enfermedades, la destrucción de su hábitat y la competencia de especies invasoras.
HISTORIASMX. – Un equipo internacional de paleogenetistas liderado por la Universidad de Estocolmo ha logrado un avance significativo en la recuperación de información genética de especies extintas al secuenciar el ARN de un tigre de Tasmania (‘Thylacinus cynocephalus’) conservado en estado de desecación en el Museo Sueco de Historia Natural durante más de un siglo.
Este hito científico no solo arroja luz sobre la biología de los tigres de Tasmania, sino que también tiene importantes implicaciones en los esfuerzos para recuperar especies extintas y estudiar los virus ARN que pueden dar lugar a pandemias.
El tigre de Tasmania, conocido como el único superdepredador marsupial de Australia, se extinguió debido a la caza humana, las enfermedades, la destrucción de su hábitat y la competencia de especies invasoras. Aunque su población se mantuvo durante décadas, su desaparición se consumó en la década de 1930 con la muerte del último ejemplar conocido, ‘Benjamin’.
Los investigadores argumentan que los esfuerzos recientes para «resucitar» al tigre de Tasmania están respaldados por la preservación de su hábitat natural en gran parte. Su reintroducción podría contribuir a restaurar los equilibrios ecológicos perdidos tras su extinción.
Emilio Mármol, de la Universidad de Estocolmo y autor principal de la investigación, señala que «resucitar al tigre de Tasmania o al mamut lanudo no es una tarea trivial y requerirá un conocimiento profundo de la regulación tanto del genoma [ADN] como del transcriptoma [ARN] de estas especies extintas». Este estudio es un paso importante en esa dirección.
Los científicos lograron identificar firmas de expresión genética en los músculos y la piel del tigre de Tasmania que se asemejan a las de los mamíferos actuales, tanto placentarios como marsupiales. También recuperaron ARN de alta calidad que permitió describir genes de ARN ribosómico, encargados de la síntesis de proteínas, y microARNs que regulan la expresión de los genes.
Uno de los aspectos más destacados de esta investigación es la posibilidad de extraer y secuenciar ARN de especímenes y tejidos almacenados en museos de todo el mundo. Esto podría abrir nuevas puertas en la comprensión de la genética de especies extintas y, además, permitir la investigación de genomas de virus ARN, como el SARS-CoV-2 y sus precursores, a partir de muestras conservadas en colecciones de museos.
El estudio, publicado en Genome Research, representa un paso significativo en la paleogenética y la posibilidad de desentrañar secretos de especies extintas que hasta ahora habían estado ocultos en el tiempo.
Fotografía: Handout / The National Film and Sound Archive of Australia / AFP