Con una extensión de 256 kilómetros, la carretera exhibe un panorama desolador de abultamientos y falta de mantenimiento, que pone en peligro de sufrir un accidente diariamente a decenas de automovilistas que circulan por la rúa.
HISTORIASMX. – En el vasto y árido sur del estado de Chihuahua, una vía crucial para la conectividad regional y el comercio se encuentra al borde del colapso: la carretera Ojinaga-Camargo. Esta ruta, que enlaza el estratégico municipio de Ojinaga, frontera con Estados Unidos, con diversos puntos clave del estado, está sumida en un estado de negligencia y abandono por parte de las autoridades estatales y federales.
Condiciones Precarias y Peligros Constantes.
Con una extensión de 256 kilómetros, la carretera exhibe un panorama desolador de abultamientos y falta de mantenimiento. Tramos donde la carpeta asfáltica es prácticamente inexistente convierten esta vía en la más peligrosa de Chihuahua. Los baches profundísimos, algunos de los cuales han erosionado completamente el asfalto dejando expuesta la tierra, hacen del viaje por esta carretera una verdadera odisea para conductores y vehículos por igual.
Las escasas jornadas de bacheo realizadas son de calidad deficiente, con parches que se levantan en semanas y no logran mitigar los problemas estructurales subyacentes. Especialmente alarmante es el tramo que va desde Camargo hasta el entronque de Hércules, Coahuila, donde los agrietamientos, tramos abultados y desniveles hacen que cada kilómetro sea un desafío continuo.
Desde Hércules hasta Ojinaga, la situación no mejora. Aquí, los baches dominan el paisaje, algunos tan extensos que exigen una conducción extremadamente cautelosa para evitar daños mayores.
En varios puntos, la falta de mantenimiento ha provocado que la carpeta asfáltica desaparezca, dejando superficies irregulares y peligrosas.
Factores que Agravian la Situación.
Uno de los principales factores que contribuyen al rápido deterioro de la carretera es el intenso tráfico de camiones de carga, en especial los conocidos como «saca cosechas», que transportan productos agrícolas como alfalfa. El constante paso de estos vehículos pesados acelera la formación de baches y agrava las ya de por sí críticas condiciones de la carretera.
Impacto en la Seguridad y Economía Regional.
Las consecuencias de este abandono no son meramente estéticas o de comodidad. Diariamente, cientos de automovilistas y numerosos paisanos que cruzan por Ojinaga se enfrentan a un riesgo elevado de accidentes debido a las peligrosas condiciones de la carretera. Este deterioro no solo compromete la seguridad vial, sino que también obstaculiza el desarrollo económico y social de la región al limitar la conectividad eficiente de bienes y personas.
Negligencia Administrativa y Clamor Popular.
En un estado que ha visto importantes inversiones en infraestructura en otras áreas, la carretera Ojinaga-Camargo destaca como un ejemplo flagrante de la negligencia administrativa y la falta de priorización de recursos. Los residentes locales y los usuarios regulares de esta vía claman por una intervención urgente de las autoridades competentes, antes de que las condiciones empeoren y se cobren un costo humano irreparable.
Perspectivas Futuras y Llamado a la Acción.
El futuro de la carretera Ojinaga-Camargo depende de la voluntad política y la asignación adecuada de recursos. Los ciudadanos esperan que las autoridades estatales y federales respondan con acciones concretas y efectivas para rehabilitar esta vital arteria. La seguridad y el desarrollo económico de la región están en juego, y es imperativo que se tomen medidas inmediatas para resolver esta crisis vial antes de que sea demasiado tarde.
En conclusión, la carretera Ojinaga-Camargo no es solo un trayecto físico, sino un símbolo de las deficiencias estructurales y administrativas que enfrenta el estado de Chihuahua. Es hora de que las autoridades escuchen el clamor de los ciudadanos y tomen medidas decisivas para restaurar la funcionalidad y seguridad de esta importante vía de comunicación regional.
Por: Gorki Rodríguez.