Enclavado entre las profundidades de la Barranca de Batopilas, a una altitud de apenas 420 metros sobre el nivel del mar, Batopilas se alza como un destino legendario, testigo silente de una rica historia minera y hogar de las ancestrales culturas Tubares y Rarámuri.
HISTORIASMX. – Este pueblo mágico, situado en el corazón de la Sierra Tarahumara en Chihuahua, no sólo se caracteriza por su accesibilidad a través de un espectacular camino de 70 kilómetros desde Creel, sino también por su ambiente casi tropical que contrasta con el árido clima de la sierra.
Con una historia que se remonta a tiempos prehispánicos y un pasado glorificado por la minería durante la época colonial, Batopilas ofrece a sus visitantes una cápsula del tiempo donde aún se respira el esplendor de sus días de prosperidad. Los visitantes pueden explorar el legado arquitectónico que incluye la presidencia municipal, el Hotel Riverside Lodge, la Misión de Satevó, la ex hacienda de San Miguel Shepherd, la mina Porfirio Díaz, y un taller minero que son testimonio de su rico pasado.
Cada año, miles de turistas nacionales e internacionales se aventuran a Batopilas no solo para fotografiar y admirar estas reliquias históricas, sino también para deleitarse con la gastronomía local que refleja la fusión de tradiciones indígenas y mestizas. La ruta hacia Batopilas no es solo un trayecto, sino una invitación a experimentar la majestuosidad de la Sierra Tarahumara, donde cada curva revela vistas panorámicas que cortan la respiración y cada pueblo esconde historias de un tiempo casi olvidado.
Este pueblo mágico no solo preserva su herencia arquitectónica y cultural, sino que también invita a los visitantes a sumergirse en un entorno de impresionante belleza natural, promoviendo al mismo tiempo la conservación de sus antiguas construcciones. Batopilas es un destino que promete una experiencia inolvidable, ofreciendo un profundo respeto por la historia y una vibrante invitación a explorar lo mejor de la cultura del norte de México.