Fotografía: Crédito: ULISES RUIZ / AFP

Fue el 5 de marzo de 2025 cuando, después de recibir una llamada anónima que alertaba sobre la posible presencia de restos humanos en una propiedad, integrantes del colectivo acudieron al rancho Izaguirre en compañía de elementos de la Guardia Nacional (GN).

La estratégica ubicación del rancho Izaguirre en Teuchitlán.


HISTORIASMX. – El reciente descubrimiento de un campo de adiestramiento operado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha conmocionado a México. El lugar, registrado por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, podría poner fin a la incertidumbre de cientos de familias que buscan a seres queridos desaparecidos, pues en él no sólo se hallaron objetos personales como ropa, zapatos, carteras, mochilas e incluso identificaciones, sino también restos óseos en al menos tres crematorios clandestinos.

Fue el 5 de marzo de 2025 cuando, después de recibir una llamada anónima que alertaba sobre la posible presencia de restos humanos en una propiedad, integrantes del colectivo acudieron al rancho Izaguirre en compañía de elementos de la Guardia Nacional (GN).

El predio, ubicado en la localidad de La Estanzuela, perteneciente al municipio de Teuchitlán, Jalisco, ya había sido identificado por las autoridades del estado en septiembre de 2024, cuando agentes de la GN irrumpieron en la localidad y detuvieron a 10 hombres que portaban armas. Sin embargo, en esta ocasión, las acciones encabezadas por el colectivo confirmaron que el lugar era utilizado por el cártel de las cuatro letras como un campo de adiestramiento de víctimas de reclutamiento, en su mayoría forzado.

Una zona estratégica y apartada
El rancho Izaguirre se encuentra en una zona poco habitada. Fotografías compartidas en redes sociales por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco revelan que, en el lugar, hombres y mujeres eran privadas de su libertad y adiestradas para llevar a cabo diversas actividades ilícitas. La ubicación estratégica de este rancho, alejada de los principales centros urbanos, lo hacía ideal para las operaciones clandestinas del cártel.

Con poco más de 2,000 habitantes, La Estanzuela se encuentra aproximadamente a 59 kilómetros de Guadalajara y a solo 7.5 km del centro de Teuchitlán. Esta proximidad a importantes rutas y la relativa tranquilidad de la zona proporcionaban al CJNG un entorno adecuado para sus actividades ilícitas.

Los hallazgos escalofriantes
Al corte de las 13:00 horas del 8 de marzo de 2025, la Fiscalía del Estado (FE) de Jalisco aún no había emitido un informe oficial sobre los hallazgos en el rancho Izaguirre. No obstante, miembros del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco han compartido información detallada sobre los elementos encontrados dentro del predio. Entre ellos destacan:

  • Restos óseos calcinados en al menos tres crematorios clandestinos.
  • Calzado femenino y masculino (tenis, botas, zapatillas, huaraches, sandalias, entre otros).
  • Prendas de vestir tanto femeninas como masculinas (uniformes, chamarras, playeras, blusas, pantalones, cinturones, etc.).
  • Carteras, billeteras e identificaciones personales.
  • Artículos de aseo personal.
  • Mochilas, maletas y cargadores de armas.
  • Un altar con figuras de la Santa Muerte.
  • Listas con decenas de apodos de personas posiblemente involucradas en las actividades del cártel.
  • Libros, llaves, medicamentos y señales de tránsito que se utilizaban para prácticas de tiro.
  • Una carta de despedida, junto con una biblia que contenía fotografías de un menor de edad.

Este macabro hallazgo deja claro el nivel de violencia y control al que son sometidas las víctimas, quienes no solo son entrenadas para actividades criminales, sino también despojadas de su identidad personal.

El reclutamiento forzado
Jalisco no es la única entidad en la que se han desmantelado campamentos de entrenamiento vinculados al narcotráfico. Otros estados como Michoacán, Tamaulipas y Sonora también han sido escenarios de esta problemática, que persiste a pesar del paso del tiempo. De acuerdo con diversas investigaciones, las organizaciones criminales como el CJNG aprovechan la marginación de algunas zonas para captar a jóvenes vulnerables. Muchos de estos jóvenes son seducidos con promesas de altos salarios a cambio de convertirse en sicarios, mientras que otros son reclutados a la fuerza a través de ofertas laborales falsas o secuestros.

Los reportes indican que la mayoría de las víctimas tienen entre 20 y 25 años de edad, y que en muchos casos han sido sometidos a trabajos forzados y prácticas violentas que deterioran aún más su dignidad humana.

Conclusión
El rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, ha revelado uno de los casos más atroces de explotación y control de personas por parte del CJNG. El hallazgo no solo pone en evidencia las tácticas de reclutamiento y manipulación utilizadas por los cárteles, sino también la existencia de una red de desapariciones forzadas y exterminio, que persiste en las zonas más olvidadas de México. Este tipo de descubrimientos es un recordatorio sombrío de la lucha que muchas familias continúan enfrentando en su búsqueda de justicia para sus seres queridos desaparecidos, y resalta la urgente necesidad de un cambio en la estrategia de seguridad y protección a los derechos humanos en las regiones más afectadas por el crimen organizado.

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