Fotografía: Archivo.

Elementos de seguridad sufren un segundo ataque tecnológico en menos de una semana; habitantes de la región expresan temor ante el incremento de la violencia.

HISTORIASMX. – La inseguridad en el municipio de Guadalupe y Calvo ha escalado a niveles preocupantes, con un segundo ataque contra fuerzas de seguridad en menos de una semana. En esta ocasión, presuntos miembros de la delincuencia organizada utilizaron drones equipados con explosivos de fabricación casera para atacar a los elementos de seguridad destacados en la zona sur del estado.

Un patrullaje interrumpido por violencia tecnológica.
El incidente ocurrió en la zona conocida como El Carnero, mientras los efectivos realizaban labores de prevención. Durante el recorrido, los agentes localizaron un vehículo completamente calcinado, lo que los llevó a inspeccionar la zona. Fue en ese momento cuando un dron lanzó un artefacto explosivo hacia su ubicación.

Posteriormente, cuando los elementos emprendieron el retorno hacia la localidad de Mesa de La Vaca, fueron nuevamente atacados con explosivos lanzados desde drones. A pesar de la gravedad de los eventos, los agentes lograron salir ilesos.

El avance de la violencia tecnológica.
Este ataque refuerza un patrón preocupante de violencia en la región, donde los grupos delictivos están incrementando el uso de tecnología para perpetrar sus actos. Hace apenas unos días, en la comunidad de El Pinito, otra célula mixta fue atacada de manera similar, lo que confirma la adopción de drones como herramientas de ataque por parte de los grupos criminales.

El uso de estos dispositivos representa un desafío significativo para las corporaciones de seguridad, ya que permiten a los delincuentes operar con precisión y a distancia, reduciendo su riesgo de ser detectados.

El impacto en las comunidades.
Los habitantes de Guadalupe y Calvo han manifestado su creciente preocupación ante esta nueva modalidad de violencia, que pone en riesgo la seguridad de las comunidades. El incremento de los enfrentamientos armados y las explosiones ha generado incluso el desplazamiento de varias familias, quienes buscan refugio en zonas más seguras.

Organismos de derechos humanos y de la sociedad civil han urgido a los gobiernos estatal y federal a reforzar la presencia de fuerzas de seguridad en la región, así como a implementar estrategias efectivas para combatir el uso de tecnología por parte de los grupos delictivos.

Un llamado a la acción.
Las autoridades han intensificado los operativos en la zona y se encuentran investigando para identificar a los responsables de estos ataques. Sin embargo, el temor y la incertidumbre persisten entre los habitantes, quienes exigen acciones contundentes para recuperar la paz en la Sierra Tarahumara.

La situación en Guadalupe y Calvo evidencia la creciente sofisticación de los grupos delictivos y plantea un desafío urgente para las estrategias de seguridad en el estado de Chihuahua.

Por historias

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