Fotografía: HISTORIASMX.

Los datos revelan la vulnerabilidad de los menores de edad y la urgente necesidad de intensificar las estrategias de prevención.

HISTORIASMX. – Entre 2019 y septiembre de 2024, se han registrado 273 suicidios en la región sur del estado de Chihuahua, una cifra que refleja un grave problema social y de salud pública. Según información del Instituto Chihuahuense de Salud Mental, obtenida mediante una solicitud de transparencia, el 49 por ciento de las víctimas eran jóvenes y niños, lo que subraya la alarmante incidencia en este sector poblacional.

Estadísticas por grupos de edad

El informe detalla la siguiente distribución:

  • 49 casos en personas de 20 a 24 años.
  • 32 casos en el rango de 25 a 29 años.
  • 35 casos en adolescentes de 15 a 19 años.
  • 16 casos en niños de apenas 10 a 14 años.

Esta tendencia coloca a niños y jóvenes como el grupo más afectado, evidenciando la necesidad de redoblar esfuerzos preventivos en este sector.

Municipios más afectados

La región sur abarca municipios como Allende, Balleza, Jiménez, Guadalupe y Calvo, Hidalgo del Parral, entre otros. Sin embargo, los casos se concentran principalmente en Hidalgo del Parral, Balleza, Guadalupe y Calvo, y Jiménez, considerados puntos críticos de esta problemática.

Perfil y métodos predominantes

El perfil de las víctimas es mayoritariamente masculino, con el 77 por ciento de los casos, frente al 23 por ciento de mujeres. Entre los métodos utilizados, destacan:

  • Suspensión como el principal.
  • Intoxicación en mujeres.
  • Uso de armas de fuego en hombres.

Estrategias de prevención y atención

Para enfrentar esta crisis, el Instituto Chihuahuense de Salud Mental ha implementado una serie de campañas y estrategias, que incluyen:

  1. Campañas de sensibilización, como:
    • Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión (enero).
    • Semana Estatal de Salud (mayo).
    • Día Mundial de la Prevención del Suicidio (septiembre).
    • Día Mundial de la Salud Mental (octubre).
      Estas actividades comprenden pláticas, ferias de salud, eventos culturales y distribución de materiales informativos en centros de salud, escuelas y comunidades.
  2. Capacitación del personal de salud en el uso del Código 100, un sistema que permite tomar decisiones clínicas ante comportamientos suicidas, fortaleciendo la atención en hospitales y centros de salud.
  3. Aplicación del Programa Nacional para la Prevención del Suicidio, que busca unificar acciones preventivas en todo el país mediante la identificación de factores de riesgo y la atención multidisciplinaria.

Un llamado a la acción

Aunque estas medidas son significativas, los datos muestran que es necesario intensificar las estrategias preventivas, especialmente enfocadas en niños y jóvenes. Instituciones gubernamentales, educativas y organizaciones de la sociedad civil deben trabajar de manera conjunta para reducir esta alarmante estadística.

La prevención del suicidio no solo requiere políticas públicas efectivas, sino también un compromiso colectivo para proteger la salud mental de las comunidades. Cada caso representa una tragedia que deja cicatrices profundas en familias y sociedades enteras. Es hora de actuar.

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