El río que se agota: la cuenca del Conchos entre el saqueo hídrico, el agrocapitalismo y la resistencia social.
HISTORIASMX. – La cuenca del río Conchos, considerada el corazón hídrico del estado de Chihuahua, está al borde del colapso. De sus aguas dependen más de 1.5 millones de personas, zonas agrícolas clave, ecosistemas frágiles y el cumplimiento de compromisos internacionales.

Sin embargo, un modelo de sobreexplotación, el avance descontrolado del agronegocio y el debilitamiento institucional han dejado a esta región atrapada en una crisis hídrica profunda. Este reportaje explora los factores que están llevando a la cuenca a su límite, con especial atención en el papel de las huertas de nogal, la extracción clandestina, la presión del agrocapitalismo y el colapso de la presa La Boquilla.
La cuenca del Conchos: geografía de un sistema vital:
La cuenca del río Conchos abarca más de 74,000 km² en el estado de Chihuahua, cubriendo 41 municipios. Su principal afluente, el Conchos, nace en la Sierra Madre Occidental y desemboca en el río Bravo. Representa más del 60% del caudal de este río internacional, siendo fundamental para el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944 con Estados Unidos.

Fotografía: Gorki Rodríguez / HISTORIASMX / Archivo.
La cuenca incluye los principales sistemas de riego del estado, así como cinco presas mayores: La Boquilla, Francisco I. Madero (Las Víboras), Luis L. León (El Granero), Pico de Águila y El Rejón. Además, se encuentra en una zona climática árida a semiárida, lo que hace aún más delicado su equilibrio hídrico.
Agua en disputa: de los tratados a la sequía institucional:
El Tratado de Aguas de 1944 obliga a México a entregar 431.7 millones de metros cúbicos anuales a Estados Unidos desde el río Bravo. La cuenca del Conchos es clave en este cumplimiento. Sin embargo, el uso excesivo de agua por parte del sector agrícola y la proliferación de tomas clandestinas han hecho cada vez más difícil cumplir con estas obligaciones.

La CONAGUA, organismo encargado de regular el agua, ha sido ampliamente criticada por su falta de vigilancia, permisividad ante el descontrol del uso del recurso y por permitir que intereses privados influyan en los consejos de cuenca. Además, en varias ocasiones ha actuado con parcialidad frente a denuncias ciudadanas y solicitudes de fiscalización del uso del agua en distritos de riego.
Nogaleras y agrocapitalismo: el negocio verde que seca al Conchos:
En los últimos 20 años, el cultivo de nogal ha experimentado un auge impresionante en el estado. Su rentabilidad en el mercado internacional, particularmente con exportaciones a Estados Unidos, China y Europa, ha llevado a la expansión de huertas incluso en zonas sin aptitud hídrica.
Una hectárea de nogal consume entre 14,000 y 18,000 m³ de agua anuales. En regiones como Delicias, Meoqui, Camargo y Jiménez, este tipo de cultivo ha desplazado otros más sustentables como el maíz o el trigo. Con ello, ha crecido también la presión sobre acuíferos sobreexplotados.

Este fenómeno no es accidental, sino parte de una estrategia de agrocapitalismo, donde grandes empresas y capitales regionales han acaparado tierras y agua, impulsando monocultivos de alto valor sin considerar la sustentabilidad ambiental. En muchos casos, estas inversiones están vinculadas a políticos locales, empresarios de agroexportación y hasta fondos de inversión extranjeros.
Las denuncias de tomas ilegales desde canales de riego, conexiones clandestinas, perforación de pozos sin permiso y sobornos a inspectores de CONAGUA son frecuentes. Sin embargo, las sanciones son escasas o inexistentes. La concentración de agua en manos privadas se ha incrementado en los últimos años, y muchas huertas operan bajo esquemas de simulación legal.
La Boquilla: la gran presa en crisis:
La presa La Boquilla es el embalse más grande del estado, con una capacidad de almacenamiento de más de 2,800 millones de m³. Sin embargo, en años recientes ha registrado niveles por debajo del 30% de su volumen útil. En algunos puntos críticos, ha descendido por debajo del 15%.

Entre las causas están:
- La sobreextracción para uso agrícola intensivo.
- El uso de agua para cultivos de alto consumo.
- La evaporación por temperaturas extremas (hasta 5ºC por encima de la media).
- El azolve progresivo por deforestación de cuencas altas.
En 2020, el conflicto por el agua en La Boquilla provocó movilizaciones masivas de agricultores y una toma simbólica de la presa. El caso evidenció la fragilidad del sistema hídrico ante las decisiones políticas y la presión social. A la par, visibilizó cómo el modelo agroexportador genera desigualdad en el acceso al agua.
Tomas clandestinas: el saqueo invisible:
Diversas inspecciones independientes y reportes ciudadanos han documentado la existencia de cientos de tomas ilegales en canales y pozos. Algunas están disfrazadas como «purgas de mantenimiento», otras conectadas de forma soterrada a redes de riego oficiales.
Este saqueo silencioso ocurre principalmente en huertas nuevas, donde se perforan pozos sin título o se aprovechan títulos viejos que han perdido vigencia. El control institucional es nulo en muchas regiones, y los denunciantes temen represalias.

El fenómeno también responde a la lógica del agrocapitalismo: los productores más grandes, con mayores recursos legales y técnicos, pueden construir infraestructura de extracción sin supervisión real. Algunas tomas tienen capacidad de bombeo de hasta 50 litros por segundo, lo que equivale al consumo diario de una comunidad completa.
Impactos ecológicos y sociales: el Conchos que se seca:
La reducción del caudal ha provocado efectos severos:
- Desaparición de humedales y ecosistemas ribereños.
- Aumento de concentraciones de flúor y arsénico en pozos urbanos.
- Pérdida de biodiversidad acuática.
- Migración rural por falta de agua para autoconsumo y agricultura.
- Conflictos sociales, especialmente entre pequeños productores y grandes nogaleros.
- Mayor vulnerabilidad ante sequías prolongadas e incendios forestales.
Además, la pérdida de resiliencia hídrica impide enfrentar eventos climáticos extremos. Zonas como el valle de Jiménez y Camargo presentan ya indicadores de desertificación acelerada.
Propuestas para una transición hídrica justa:
Desde el IMTA y la academia, se han planteado soluciones urgentes:
- Censo real y actualizado de concesiones hídricas.
- Cancelación de títulos no utilizados o obtenidos irregularmente.
- Reconversión de cultivos a sistemas de bajo consumo.
- Modernización de canales para evitar fugas.
- Participación ciudadana en los Consejos de Cuenca con veto a intereses privados.
- Creación de zonas de exclusión agrícola intensiva cerca de cuerpos de agua.
- Impuestos ambientales progresivos a cultivos de alto impacto hídrico.
Agua para la vida, no para la ganancia:
El colapso del Conchos no es un destino inevitable, sino el resultado de decisiones políticas y económicas tomadas desde la impunidad. La cuenca necesita una transición urgente hacia un modelo sustentable, basado en el derecho humano al agua, el respeto a los equilibrios ecológicos y la justicia social.
La lucha por el Conchos es también una lucha contra el agrocapitalismo depredador. Es una batalla por devolver al agua su valor como bien común y no como mercancía. Defender el río es defender el futuro de Chihuahua.
Por: Gorki Rodríguez.