Fotografía: Maxwell Museum of Anthropology.

La región de Villa Ahumada es un testimonio vivo de la rica y diversa historia prehispánica de Chihuahua.

HISTORIASMX. – La región de Villa Ahumada, ubicada en la parte norte-central del estado de Chihuahua, alberga un rico legado arqueológico que evidencia la presencia humana desde hace unos 11,000 años.

A pesar de las difíciles condiciones ambientales, la ocupación humana ha sido constante, con vestigios que revelan la presencia de diferentes grupos culturales a lo largo del tiempo. La interacción con regiones vecinas ha incrementado la complejidad arqueológica, sugiriendo un intercambio cultural significativo.

Geografía y Composición Geológica.

Fisiográficamente, la región forma parte del sistema de cuencas y sierras de Chihuahua, extendiéndose desde Arizona, Nuevo México, y una porción de Texas hasta casi la mitad de Chihuahua. Las sierras que enmarcan estos bolsones, orientadas hacia el noroeste, están compuestas por una mezcla de rocas sedimentarias del Cretácico y rocas ígneas del Terciario, relacionadas con la Sierra Madre Occidental. Las cuencas están parcialmente rellenas con sedimentos fluviales recientes, que cubren depósitos lacustres del Pleistoceno.

El paisaje está dominado por taludes aluviales, que consisten en piedemontes y bajadas formados por material erosionado. En la base de estos taludes, se encuentran superficies planas, típicamente desérticas, que gradúan hacia playas o barreal, áreas que se cubren de agua o lodo en intervalos irregulares. En la zona norte de Chihuahua, las cuencas endorreicas más grandes, como el Bolsón de los Muertos y la Laguna de Guzmán, son remanentes de un antiguo lago pluvial llamado Lago Palomas.

Flora y Fauna.

La vegetación de la región está compuesta principalmente por matorrales desérticos asociados a suelos derivados de rocas calizas y volcánicas. Las especies dominantes incluyen gobernadora (Larrea tridentata), ocotillo (Fouquieria splendens), y mezquite (Prosopis glandulosa), entre otras. La fauna históricamente presente incluye mamíferos como leones americanos, conejos, y venados de cola blanca, mientras que hoy en día predominan el ganado doméstico. Además, se encuentran reptiles, anfibios, y una diversa avifauna, incluyendo patos, halcones, y águilas.

Primeros Pobladores.

La presencia de los primeros pobladores en Chihuahua, aunque poco estudiada, se ha establecido a través de hallazgos aislados de artefactos diagnósticos recolectados en superficie. Puntas de proyectil tipo Clovis y Folsom son los artefactos más característicos de este periodo, indicativos de la presencia de grupos paleoindios. Estos artefactos se han encontrado en diversos sitios, incluyendo Villa Ahumada y Samalayuca, sugiriendo que estos grupos estuvieron presentes en Chihuahua desde tiempos remotos.

Periodo Arcaico (6000 a.C. a 200).

Durante el Periodo Arcaico, los cambios ambientales obligaron a los grupos humanos a adoptar nuevas estrategias adaptativas, motivando modificaciones en los patrones de asentamiento y tecnología. En este periodo, la densidad de la población aumentó, y se desarrollaron formas de vida más complejas, que incluían la agricultura al final del periodo.

En Chihuahua, el conocimiento sobre este periodo es limitado, pero investigaciones como las realizadas en el Cerro Juanaqueña, cerca del río Casas Grandes, han revelado una ocupación significativa durante el Arcaico Tardío. Estos sitios muestran evidencias de asentamientos sedentarios en villas, con estrategias adaptativas más variadas y complejas.

Investigaciones en Villa Ahumada.

En la región de Villa Ahumada, las investigaciones han identificado varios sitios arqueológicos correspondientes al Periodo Arcaico. Alan Phelps, en su estudio, registró 12 sitios «Pre-Viejos» en la zona de El Barreal y a lo largo del río Carmen. Estos sitios incluyen campamentos pequeños, manos de metates, fragmentos de cerámica, y fogones formados por acumulación de rocas quemadas, lo que sugiere una ocupación continua y una adaptación a las condiciones ambientales de la región.

El sitio E-23, localizado al noreste de Villa Ahumada, es uno de los más grandes e importantes, con una amplia dispersión de materiales arqueológicos, incluyendo lascas, percutores, y piedras de molienda. Estos hallazgos proporcionan valiosa información sobre la vida y las prácticas de los grupos arcaicos que habitaron la región.

La región de Villa Ahumada es un testimonio vivo de la rica y diversa historia prehispánica de Chihuahua. A través de los vestigios arqueológicos, es posible vislumbrar la vida de los primeros habitantes y su adaptación a un entorno desafiante. Las investigaciones continúan revelando detalles sobre las complejas interacciones culturales y ambientales que moldearon a las sociedades antiguas en esta parte de México. Primera Parte.

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