Los esfuerzos de conservación y educación continúan, enfocados en reintroducir a los lobos en las áreas de donde fueron exterminados originalmente.
HISTORIASMX. – El lobo mexicano (Canis lupus baileyi), la subespecie más pequeña del lobo gris en Norteamérica, está mostrando signos de recuperación después de haber sido declarado en peligro de extinción en la década de 1970, según un informe reciente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). A finales de los años 70, se estimaba que solo quedaban cincuenta ejemplares en México, pero gracias a esfuerzos concertados, ahora hay signos de esperanza para esta especie.
Caracterizado por su tamaño mediano y orejas grandes y rectas, el lobo mexicano ha sido objeto de intensas campañas de conservación. Estos esfuerzos incluyen el «Plan para la supervivencia del lobo mexicano», que comenzó entre 1977 y 1980 con los últimos ejemplares capturados en México. Este plan abarca investigación, educación y estrategias de reproducción basadas en el valor genético de los individuos para combatir la falta de variabilidad genética, uno de los mayores desafíos para la subespecie.
A finales de 2012, se estimó que había al menos 75 lobos y cuatro parejas reproductoras en las áreas de recuperación, y en 2014 se registró el primer nacimiento de lobos en un entorno salvaje tras su reintroducción. Para febrero de 2015, el Servicio de Pesca y Vida Salvaje de Estados Unidos reportó un incremento de la población de lobos a al menos 109 individuos en el suroeste de Nuevo México y el sureste de Arizona, lo que representa un crecimiento del 31 % desde 2013.
Los lobos mexicanos enfrentan todavía varios desafíos, incluyendo la depredación por parte de pumas, jaguares, coyotes y osos. Sin embargo, los esfuerzos de conservación y educación continúan, enfocados en reintroducir a los lobos en las áreas de donde fueron exterminados originalmente y asegurando que las comunidades locales estén informadas y comprometidas con la protección de esta especie clave.