La deforestación ha reducido la cobertura vegetal crítica para el ciclo hidrológico local. Sin árboles, la lluvia no se infiltra en el suelo, acelerando la desertificación y reduciendo la captación para el acuífero subterráneo.
HISTORIASMX. – El municipio de Aldama, Chihuahua, enclavado en una región semidesértica con recursos hídricos limitados, enfrenta una crisis ambiental sin precedentes. La tala ilegal, la extracción masiva de materiales del río, el acaparamiento del agua a través de represas privadas y el auge de cultivos como el nogal, están acelerando el colapso del acuífero Aldama-El Cuervo, de donde se extraen más aguas de las que naturalmente se recargan.
El Bosque de Aldama: Un Ecosistema en Agonía.
El ecosistema boscoso de Aldama alguna vez albergó especies endémicas como el mezquite y el huizache, fundamentales para la retención de humedad, estabilización del suelo y regulación del microclima. Sin embargo, la tala ilegal ha sido sistemática y devastadora, con árboles talados para uso comercial o para abrir paso a tierras de cultivo.
La deforestación ha reducido la cobertura vegetal crítica para el ciclo hidrológico local. Sin árboles, la lluvia no se infiltra en el suelo, acelerando la desertificación y reduciendo la captación para el acuífero subterráneo.
El Oro Verde: La Nogalera como Culpable Silenciosa.
El auge del nogal en Chihuahua ha provocado una presión hídrica insostenible. Cultivos que demandan hasta 19 mil m³ de agua por hectárea al año, como lo reporta la SADER, se expanden gracias a pozos que extraen agua del acuífero sin control aparente. Tan solo en Aldama, el uso agrícola representa la mayor proporción del consumo de agua subterránea, destinada a mantener verdes los nogales que en su mayoría abastecen mercados internacionales.
El Acuífero Aldama-El Cuervo: Déficit Hidrológico Confirmado.
Según la CONAGUA, el acuífero Aldama-El Cuervo presenta un déficit de -206,879 m³ anuales. Es decir, se extrae más agua de la que se repone por infiltración de lluvia o escurrimientos. Esto significa que la región vive a costa de un “ahorro hídrico” que se está agotando.
Volumen de extracción anual: 21.5 hm³ Recarga total media anual: 21.6 hm³ Déficit actual: -0.206 hm³ anuales
La consecuencia es que no solo no se pueden emitir nuevas concesiones, sino que se está consumiendo el agua de reserva fósil, amenazando la viabilidad a largo plazo de toda la región.
El Río de Aldama: Minado y Seco.
El Arroyo del Márquez y otros ríos menores en Aldama han sido afectados por la extracción indiscriminada de materiales como grava y arena, que modifica su cauce, destruye hábitats y acelera la erosión. En varios puntos, el río ya no fluye naturalmente, y su lecho se ha convertido en un canal seco o usado como basurero.
Sumado a esto, se han documentado represas privadas no reguladas que detienen el flujo superficial del agua para desviar el líquido a terrenos agrícolas, impidiendo su llegada a zonas ribereñas aguas abajo.
Desaparición de Pastizales y Sobrepastoreo.
En zonas como El Agotadero, el sobrepastoreo ha sido otro factor clave. Ganado sin control ha eliminado la cobertura de pastizales nativos, lo que no solo afecta la infiltración del agua sino que incrementa el riesgo de erosión del suelo. Sin pasto ni árboles, la lluvia se evapora o corre sin control, reduciendo aún más la recarga del acuífero.
Ciclo del Agua y Lluvias Perdidas: Una Cadena Rota.
Antes, la cobertura boscosa y de pastizales mantenía la humedad en el ambiente, lo que permitía un ciclo más estable de lluvias. Hoy, con el suelo seco, sin vegetación y la atmósfera más caliente, las lluvias han disminuido o se vuelven erráticas, en forma de tormentas que no benefician el acuífero porque no infiltran el terreno y simplemente escurren.
Un Grito de Socorro desde Aldama.
Aldama ya no puede esperar. La deforestación, el monocultivo del nogal, la extracción masiva de agua y materiales del río, junto con el abandono de políticas de restauración ambiental, han llevado al municipio a una emergencia hídrica y ecológica.
Es urgente que las autoridades suspendan nuevas concesiones, vigilen el uso del agua, frenen la tala ilegal y promuevan la reforestación masiva con especies endémicas como parte de un plan de restauración ambiental integral.