Fotografía: HISTORIASMX.

Según informaron, se ha registrado un incremento significativo de homicidios dolosos donde las víctimas presentan múltiples lesiones contusas, pero sin impactos de bala.

Chihuahua, Chih. — Autoridades de la Fiscalía General del Estado, encabezadas por el fiscal de la zona centro, Heliodoro Araiza Reyes, y el coordinador del Departamento de Homicidios, Jesús Véliz, revelaron un inquietante patrón en la forma en que operan actualmente los grupos del crimen organizado en el estado: los asesinatos a golpes han superado en número a los perpetrados con armas de fuego en el último año.


📉 Menos balas, más violencia física

Según informaron, se ha registrado un incremento significativo de homicidios dolosos donde las víctimas presentan múltiples lesiones contusas, pero sin impactos de bala. La constante, explicaron, es el hallazgo de cuerpos desnudos, con huellas de tortura y sin documentación, en zonas alejadas de los núcleos urbanos, lo que complica tanto la identificación de las víctimas como el seguimiento de los casos.

“Los dejan desnudos y puede ser un mensaje, pero al mismo tiempo nos dificultan la identificación… claro, sin ropa, sin credenciales, sin nada”, explicó Araiza Reyes.
“Entonces como que sí están tratando de dificultar o entorpecer la investigación, o sea, ya se están cuidando más”.


🧩 ¿Estrategia para evadir condenas más severas?

Una de las hipótesis de la Fiscalía es que este cambio en el patrón criminal está diseñado para eludir condenas más severas.
Cuando se usa un arma de fuego, el Código Penal permite agravar los cargos por uso de ventaja, o incluso por tortura si hay evidencia contundente. Sin embargo, al emplear solo golpes, la carga probatoria se vuelve más compleja, lo que dificulta que se logren imputaciones por agravantes.

Además, al no haber evidencia balística, los investigadores pierden una de sus herramientas clave: la posibilidad de relacionar varios homicidios mediante el análisis de casquillos, trayectorias y armas utilizadas.

“Al no dejar evidencia balística, es complicado determinar si el grupo delictivo utilizó la misma arma en otros casos. Y eso impide que, en caso de ser detenidos, puedan ser vinculados a más de un homicidio”, subrayó el fiscal.


🎥 Tecnología clave para resolver casos

Por su parte, Jesús Véliz detalló que a pesar de estas estrategias de ocultamiento, varios de los casos han sido resueltos gracias al rastreo de vehículos implicados en el abandono de los cuerpos. Mediante el análisis de videocámaras de vigilancia urbana y apoyo de la policía municipal, han logrado identificar rutas, placas y movimientos sospechosos.

“Gracias a la coordinación con la policía municipal, hemos podido detectar automotores utilizados repetidamente para dejar cuerpos. Con eso hemos logrado detener y vincular a proceso a algunos responsables”, indicó Véliz.


🚨 Pelea territorial y mensajes entre cárteles

Ambos funcionarios coincidieron en que este cambio de táctica también refleja la lucha encarnizada por el control del territorio, donde los métodos de ejecución envían mensajes entre bandas rivales. El hecho de dejar los cuerpos desnudos, maltratados y en lugares de difícil acceso no es casualidad: es una forma de intimidar al enemigo y desafiar a la autoridad.


🧬 Dificultades forenses: cuerpos sin nombre ni historia

El abandono de cadáveres sin ropa ni identificación retrasa el proceso de identificación. En muchos casos, ni siquiera hay denuncias de desaparición recientes, lo cual genera una carga adicional al Instituto de Servicios Periciales, que debe recurrir a pruebas genéticas y comparativas odontológicas para dar con el nombre de la víctima.


🛑 Conclusión: el crimen se adapta, la justicia también debe hacerlo

La Fiscalía advierte que esta nueva forma de operar demuestra un intento deliberado por parte de los grupos criminales para sofisticar su impunidad. Las autoridades, sin embargo, también han comenzado a adaptar sus estrategias de investigación, enfocándose más en la tecnología, la colaboración interinstitucional y el rastreo vehicular.

“Estamos enfrentando organizaciones cada vez más calculadoras. Por eso es vital seguir invirtiendo en inteligencia, forensia y videovigilancia”, concluyó el fiscal Araiza.

Por historias

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